NUEVA YORK.- El director cinematográfico Woody Allen está preocupado del juicio por 12 millones de dólares que inició contra su productora, quien declaró hoy ante la justicia.
La productora Jean Doumanian, junto a su novio y hombre de negocios Jacqui Safra declaró ante la Suprema Corte de Manhattan que no podía recordar los detalles de los acuerdos que realizó con Allen para la producción de sus películas.
Doumanian, que era amiga personal del director, reconoció haberse dado a sí misma un aumento salarial de 250.000 dólares, algo de lo que, dijo, notificó al cineasta verbalmente pero sin decirle de cuánto era el incremento ni que su sueldo llegaría a 750.000 dólares. Allen dijo que se enteró de la cifra sólo cuando empezó el juicio.
El director cinematográfico sostiene que sus productores lo engañaron en cuanto a su participación en las ganancias de varias películas desde 1993: "Balas sobre Broadway", "Poderosa Afrodita", "Todos dicen te quiero", "Blues el hombre salvaje", "Celebrity", "Dulce y melancólico" y "Ladrones de medio pelo".
Doumanian y Safra aducen que, como no todos los filmes dieron buenas ganancias, cubrieron las pérdidas de unas películas con las ganancias de otras para emparejar las cuentas.
Allen reconoció que acordó con ellos usar este método para las tres primeras películas, pero no para las demás. El problemas es que no se escribieron otros contratos y los productores dicen que para cubrir cada nuevo filme se extendían las condiciones del primer contrato.
El director neoyorquino, cuyas películas no funcionan demasiado bien en los Estados Unidos pero es considerado entre los grandes realizadores en Europa, dijo en audiencias precedentes que nunca antes se había preocupado del tema porque confiaba ciegamente en su amiga Doumanian.
