SANTIAGO.- La escritora Isabel Allende, autora de "La Casa de los Espíritus" y "Paula", defendió hoy la calidad literaria de su obra y rechazó las críticas que atribuyen sólo a la publicidad el éxito de ventas de sus novelas.
"La gente cree que con marketing se puede vender arena en el desierto, eso es una estupidez, una cosa muy primitiva. Todos los editores tratan de vender todos los libros que imprimen y a todos los libros les hacen publicidad: unos venden y otros no", señaló.
En declaraciones desde California, donde reside, a Radio Cooperativa, Allende ironizó que mucha gente también cree que vende sus novelas porque tiene el mismo apellido del fallecido Salvador Allende, quien fuera Presidente entre 1970 y 1973.
"Si alguien puede vender algo, cualquier cosa, porque se llama Allende durante 20 años, es una cosa ridícula", afirmó.
La autora de "Amor y de sombra", "Los cuentos de Eva Luna", "El plan infinito" y "Afrodita" dijo que espera publicar el próximo año un libro sobre Chile.
"No es una novela, sino que es una especie de memoria sentimental de un país que yo llamo Chile, que tal vez es un país inventado, un país que llevo en el corazón", subrayó una de las escritoras latinoamericanas más leídas del mundo.
Comentó que empezó a escribir un libro sobre Chile para confrontar si su imagen sentimental del país tiene relación con el Chile real.
Sobre su primera novela juvenil, "La Ciudad de las Bestias", una obra de aventuras, magia y humor en la selva amazónica que invita al respeto a la naturaleza, Isabel Allende manifestó que espera que sus lectores habituales no crean que se volvió "loca".
Los editores "la han promocionado como si fuera una novela para todas las edades, cosa que me da un poco de miedo con mis lectores habituales que van a creer que me volví loca o algo así", dijo la escritora, cuya novela juvenil será lanzada mundialmente el próximo 12 de septiembre.
Consultada sobre la polémica que se ha generado en Chile por su postulación al Premio Nacional de Literatura, indicó que al comienzo la recibió con mucho orgullo y alegría, pero luego con preocupación por las críticas que suscitó.
"Entonces no sabía que me iba meter entre las patas de los caballos", señaló, en referencia a la polémica nacional que este premio suscita cada año.