CIUDAD DE MEXICO.- La cantante estadounidense Britney Spears, que a su llegada a México el martes se limitó a saludar a las cámaras de televisión con su dedo medio, se defendió diciendo que ella también es humana y que su responsabilidad "no es ser un ejemplo para los demás".
"Soy humana como cualquiera y a veces me enojo", dijo Spears en una conferencia de prensa a última hora de ayer, cuando los periodistas la increparon por el gesto que hizo con el dedo. "Cuando llegué todos los paparazzi estaban ahí, me molestaron", afirmó.
La chica pop dijo, no obstante, que está muy emocionada por las presentaciones que tendrá en México este fin de semana en el Foro Sol de la capital mexicana, con capacidad para 110.000 personas, que serán las más multitudinarias de su carrera.
"Es la primera vez que tengo un espectáculo enorme, jamás he experimentado un show con más de 50.000 personas", indicó Spears, que en México concluirá su gira mundial.
La cantante se mostró encantada con muchas cosas de México. "Amo la manera como se unen, su religión. Ayer fui a las pirámides y fue hermosa la experiencia que viví", indicó.
Y aunque es de religión bautista, dijo que le hubiera gustado poder quedarse unos días más, para estar durante la visita de Juan Pablo II, que estará en la capital mexicana entre el martes y el jueves próximos.
"Ojalá tuviera oportunidad de hablar con el Papa porque creo que es extraordinario, sorprendente", indicó.
Spears se negó a hablar sobre su vida privada y señaló que, una vez concluida su gira, se tomará probablemente seis meses de vacaciones, en los cuales tomará clases de baile, hará un poco de boxeo y se dedicará a cosas que le gustan y que no siempre tiene tiempo para realizar.
