Santiago.- La cantante mexicana Paulina Rubio negó a la prensa chilena tener fantasías sexuales con Madonna o con cualquier otra mujer, pero se declaró feliz de ser un ícono gay.
La ex "Chica Dorada" llegó este martes a Chile en una fugaz visita en plan promocional y sólo por el día. En la jornada recibió un disco de oro por las 10 mil copias vendidas de su último álbum -en inglés- "Border girl".
Rubio confirmó que uno de sus públicos más fieles es el homosexual y dijo estar muy contenta con que una de las comunidades gay de Estados Unidos la coronen su reina, el próximo domingo en un festival.
La artista azteca también confidenció que su nueva posición dentro del pop latino y la masificación de temas como "Don’t say goodbye", "Not that kind of girl" y "The last goodbye" le han servido para concretar un encuentro con el grupo Abba a fin de grabar en español una versión del emblemático "Dancing Queen".
Al ser consultada por la acentuación de su estatus de estrella y las malas críticas que tuvo por su registro vocal en el último Festival de Viña del Mar, en que no se llevó la Antorcha de Plata que se otorga a los artistas de mejor desempeño, la cantante dijo que lo único importante es la opinión del público.
"La palabra diva está un poco anticuada. Soy más ser humano que nunca y estoy más de la mano de mis fans que nunca. A mí me vale lo que diga la gente de mí", aseveró la intérprete