Copenhague.- Los creadores de "Dogma", movimiento cinematográfico nacido en Dinamarca en 1995 y encabezado por el director Lars Von Trier, usaron en algunas de sus películas trucajes que ellos mismos se prohibieron en su manifiesto fundacional.
Los creadores de "Dogma" revelan ahora, en un documental titulado "Los puristas", que el director Thomas Vinterberg, autor de la primera película del movimiento, "Festen", usó por ejemplo trapos de cocina para tapar una ventana, con el fin de lograr un determinado efecto de iluminación.
Quienes quieran hacer una película "Dogma" deben filmar con cámara en mano y prescindir de cualquier tipo de trucaje sonoro o visual, desde los más modernos efectos especiales hasta la simple iluminación artificial, conjunto de normas conocido como "el voto de castidad" en ese manifiesto.
Como en la película de Vinterberg, en "Los puristas" se presenta la discusión que mantuvieron hace dos años los directores de "Dogma" más importantes en una reunión en la que cada uno acabó desvelando los trucos que utilizaron sus colegas para saltarse las normas impuestas por su manifiesto conjunto.
El documental muestra cómo incluso el director danés más conocido en el panorama internacional, Lars Von Trier, quien dirigió "Los idiotas", segunda obra del movimiento, sentencia que "aún no se ha realizado ninguna película "Dogma" verdadera".
Sin embargo, la reunión de directores desvela, entre confesiones y acusaciones, que prácticamente todas esas películas contenían alguno de los elementos prohibidos.
Vinterberg, tras reconocer el citado trucaje en "Festen", acusa en el documental a su colega Soeren Kragh-Jacobsen de utilizar elementos estéticos y decoración externa en su película "Mifune", cosa que, por lo visto, también hizo Kristian Levring en "El rey está vivo".
Ni siquiera Lars von Trier se salvó de las críticas, ya que su antiguo maestro y guionista, Mogens Rukow, afirma también que el director danés contrató a tres actores profesionales del cine pornográfico para las tomas más explícitas de "Los idiotas".
"Los verdaderos actores dicen que tuvieron sexo de verdad, pero no lo tuvieron, y eso es una ruptura de las reglas", dice Rukow en el documental mientras Von Trier asiente.
La película, que será presentada el próximo día 12 en el Festival Internacional de Cine de Odense (Dinamarca), pone un interrogante sobre la legitimidad del tipo de cine que se convirtió en uno de los referentes culturales de Dinamarca en la última década.