MEMPHIS.- La lluvia torrencial no debilitó los espíritus de miles de fans de Elvis Presley en una vigilia con velas encendidas para conmemorar el 25 aniversario de la muerte del rey del rock and roll.
Una tormenta eléctrica de una hora había amenazado con arruinar, la noche del jueves, el acontecimiento principal del tributo a Presley, que durante toda la semana contó con la participación de 100.000 admiradores.
Pero las lluvias amainaron justo a tiempo y la gente, algunos haciendo cola desde el miércoles, avanzó con solemnidad hacia el predio de la mansión de Presley, Graceland.
"Con lluvia o con sol, amamos a Elvis", dijo Holly Travis, quien venía de Toronto, Canadá, con su marido y dos pequeños hijos.
Mientras la multitud a lo largo del Elvis Presley Boulevard encendía sus velas, Todd Morgan, director de desarrollo creativo de la Elvis Presley Enterprises que gestiona Graceland, enunció una advertencia pública a quien buscara problemas.
"Si has venido hasta aquí para armar revuelo o burlarte, entonces que Dios te ayude, porque no estaríamos en condiciones de rescatarte a tiempo", anunció Morgan ante una resonante aclamación.
Muchos fans, algunos de los cuales ni siquiera habían nacido cuando Presley murió, lloraron a su paso frente a las tumbas decoradas de flores de Elvis, su madre, su padre y su abuela Minnie Mae, que murió después de todos los demás.
"La emoción simplemente me inunda", señaló Larry Geller, peinador estilista de Elvis convertido en el inesperado gurú espiritual de Elvis cuando le prestó un par de libros de autoayuda.
"Esta noche se puede sentir aquí su presencia en todas partes. Es muy profundo", sostuvo Geller, uno de los contados miembros del entorno de Elvis en hacer su aparición durante la vigilia.
Bill Rowe, un fanático llegado de Ohio (centro), acampó a las puertas de Graceland durante dos días para estar entre los primeros en rendir homenaje a quien alguna vez fuera un humilde camionero que cambió el rumbo de la música popular.
"El hecho es que yo mismo tendría que estar muerto para perderme esto", dijo Rowe, de 56 años. "No proyecté este viaje con anticipación. Tengo un reloj dentro de mí que le dijo a mi corazón y a mi alma que era hora de venir".
Otros confiaron en una agenda más convencional, tomando vuelos desde Gran Bretaña, Japón, Suecia y Tailandia.
Para quienes no se consideraran seguidores de Presley -que tendieron a permanecer en el anonimato- el carnaval de la semana de Elvis debe haber sido terrorífico.
Los imitadores de Elvis, ataviados con ropas multicolores, comparaban su vestimenta en casi todas las esquinas, con sus cabellos teñidos de negro y sus barrigas de adulto como prueba de que la imitación, aun sincera, no siempre es el tributo más halagador.
En los puestos callejeros se vendían todos los recuerdos de Elvis imaginables, desde camisetas hasta lápiz de labios o ropa interior con motivos del cantante, en tanto los aspirantes a Elvis podían grabar un disco con su tema favorito en improvisados estudios de sonido.
Los millones de seguidores de Elvis que no tuvieron oportunidad de estar en Memphis fueron de todos modos servidos con una vigilia en vivo brindada en la página oficial de Graceland en internet, www.elvis.com.
