EL ESCORIAL, España.- El cineasta chileno Alejandro Jodorowsky, escritor y guionista de historietas e inventor de terapias como la "psicomagia" o la "psicogenealogía", cree que "la vida puede empezar en cualquier momento" y que, por ello, la juventud no es tan buena como la pintan ni la vejez tan mala".
Jodorowsky, de 73 años, reflexionó hoy sobre este y otros muchos asuntos en una conferencia que impartió en el curso de verano "Los ancianos en el ágora. Invitación a la sabiduría" de la Universidad Complutense, en San Lorenzo de El Escorial.
En su conferencia ante una sala abarrotada de público, este hombre que ha dedicado buena parte de su vida a aprender a vivir de sabidurías variopintas, desde budistas a indígenas, demostró que los chistes son una rica fuente de pensamiento y de reflexión.
Uno de los muchos que contó demostró, por ejemplo, que "lo que creemos terrible puede ser beneficioso y lo que creemos beneficioso puede ser terrible", algo que -dijo- se puede aplicar a algo que parece ahora tan traumático como es llegar a la vejez.
El autor de películas de culto como "El topo" o "Santa sangre", puso como ejemplo a un pintor japonés que dijo que hasta los 70 años no había dibujado nada que valiera la pena, o su propio caso: "a los 50 años me quedé en la miseria, sólo tenía mi imaginación y con ella empecé a hacer cómics", una actividad en la que ahora su nombre es toda una referencia.
Jodorowsky, que empezó a publicar libros a los 60 años, cree que "la vida puede comenzar en cualquier momento", y que la juventud es una época maravillosa, pero no "el mito moderno" que se ha construido en torno a esta edad.
Para este polifacético artista, experto en tarot y en muchas otras técnicas curativas, la enfermedad "es esquivar una verdad interior", una verdad que viene de un inconsciente que es "un elefante más grande que nosotros" y que, generalmente, los humanos ignoran.
Con los chistes y con sus muchas experiencias, Jodorowsky demostró que la finalidad de la vida de una persona no es otra que la finalidad de toda la raza humana.
La primera de estas finalidades es "conocer todo el Universo" para así "conocerse a uno mismo sin prejuicios", y la segunda "querer pertenecer y ser parte de la conciencia de ese Universo" porque ’’la inmortalidad no es individual, es colectiva".
En opinión de Jodorowsky, los traumas en la vida no son tales, son simples "detonadores" de algo que estaba oculto en esa vida. Por ello, explicó, las desgracias pueden arruinar la vida de una persona o hacerla más sabia.