MEXICO.- A casi cinco meses de la muerte de la diva mexicana del cine María Félix, y en medio de una polémica entre sus herederos y su familia, un grupo de especialistas forenses exhumó hoy, jueves, sus restos para intentar esclarecer las causas de su muerte y poner fin de una vez a las especulaciones.
La actriz, que en vida concentró la atención de los mexicanos con sus películas y rebeldes declaraciones, ahora mantiene la atención del pueblo y los medios de comunicación por una soterrada disputa que libran sus hermanos y los beneficiarios de su testamento.
María Félix, cuyo verdadero nombre era María de los Angeles Félix Gúereña, murió mientras dormía el 8 de abril, el día en que cumplía 88 años, víctima de lo que un médico general certificó como un infarto.
Sin embargo, la negativa de sus asistentes a que su familia viera el cuerpo y la falta de una autopsia, decidieron al hermano menor de la artista, Benjamín Félix, a pedir su exhumación para practicarle una necropsia.
Benjamín Félix interpuso una demanda penal basada en la supuesta manipulación del cuerpo por parte de amistades y empleados de la artista, que fueron los principales beneficiados en el testamento.
A ello se sumaron los insistentes rumores que han circulado en cuanto a que la actriz podría estar viva.
Tras varias semanas de suspenso, Benjamín Félix se sometió ayer a una prueba de ADN para contrastarla con las muestras que se extraigan a los restos de la diva, mientras el Ministerio Público confirmó a última hora de anoche que la exhumación sería hoy.
Un centenar de periodistas se apostó desde el amanecer en las afueras del Panteón Francés, donde reposan los restos de María Félix, pero un fuerte contingente policial, integrado por al menos cuarenta patrullas y 200 agentes, les impidió el paso.
Especialistas en química, patología y genética del Servicio Médico Forense y del Ministerio de Salud, junto a autoridades de la procuraduría capitalina y el hermano menor de la diva, Benjamín Félix, fueron los únicos autorizados a ingresar al camposanto.
Dos unidades periciales se encargaron del trabajo, mientras que un grupo de bomberos abrió la tumba y sacó el féretro.
Posteriormente, los expertos permanecieron varias horas trabajando junto a la tumba, cubiertos con una carpa y plásticos negros para evitar la visión de los helicópteros de la prensa.
El subprocurador de Averiguaciones Previas de la procuraduría capitalina, Renato Sales, explicó que los genetistas tomaron muestras del cabello y uñas de la actriz para hacer la comparación genética y determinar si los restos que están en la tumba son efectivamente los de ella.
Por su parte, los patólogos tomaron muestras del tejido de hígado, corazón y estómago, en tanto que los químicos buscarán la presencia de sustancias que permitan establecer con certeza la causa del deceso.
El procurador de justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz, señaló que el próximo fin de semana estarán listos los resultados de la necropsia.
"Es muy importante la necropsia que se va a hacer. Existe una denuncia y nosotros la estamos investigando y no hay otra cosa por el momento", afirmó a la prensa local.
Sin embargo, advirtió que a la vista de los resultados de los exámenes se decidirá si se llama a declarar, y en qué calidad, a las personas que aparecen involucradas en la denuncia de Benjamín Félix, es decir, los asistentes y amigos de la diva, principales beneficiados en el testamento.
A comienzos de mes, Benjamín Félix impugnó el testamento, que favoreció básicamente a la última pareja de la artista, el pintor francés Antoine Tzapoff, y al asistente personal, el joven Luis Martínez de Anda.
El actor Julio Alemán, que trabajó con la diva en una película, lamentó hoy que se haya llegado a esta situación.
"Todos los demás dicen que era déspota y malhablada, pero era el personaje de 'Doña Bárbara' que ella tomó y que no quería perder ante el público. En lo personal era una mujer muy dulce, muy tierna, muy tranquila", concluyó.