ROMA.- Leonardo Da Vinci, máximo exponente del Renacimiento, pudo ser hijo de una esclava posiblemente de origen oriental, sostiene un estudio elaborado por el director del "Museo Ideale di Vinci" (centro de Italia), Alessandro Vezzoni.
Vezzoni informó hoy de que Leonardo aparece citado en el catastro de 1457 como hijo ilegítimo de Ser Piero Da Vinci y de Caterina, quien piensa que "debía ser una esclava convertida al cristianismo, ya que no se le conoce familia de origen y, hasta aquél momento, no se había casado".
A mediados del Siglo XV era habitual, según recoge el estudio, que el patrón no se hiciera responsable de la mujer, pero en 1457 (año en el que nació Leonardo) surgió una ley que regulaba la tutela de los patrones sobre las esclavas, en un período en que vivían en Toscana muchas mujeres orientales, tanto paganas como hebreas.
De los documentos presentados por el director del "Museo Ideale di Vinci", dedicado exclusivamente a la figura del polifacético genio, se sostiene que Ser Piero obligó a Caterina a casarse con Antonio di Piero del Vacca, quien regentaba una hacienda cercana a la casa de los Da Vinci.
Años más tarde, y tras dar a luz a una niña llamada Piera en honor a Ser Piero (según sostiene Vezzosi), la presunta madre de Leonardo enviudó a la edad de 60 años y, en 1493, marchó en busca de su hijo a Milán.
En el "Codice Atlantico", considerado la autobiografía científica del pintor renacentista, el autor de la Gioconda ya expresaba su curiosidad por conocer el paradero de su madre.
Para Alessandro Vezzosi esta hipótesis sobre el origen de la madre del artista, matemático, médico e ingeniero italiano "es muy razonable", sobre todo, por las continuas referencias a la cultura oriental que se encuentran en la obra del maestro.
"Dichas referencias -continúa- se plasman desde los estudios tecnológicos a los matemáticos, de la receta del agua rosa que se utilizaba en la Corte Otomana al proyecto para la construcción del puente de Constantinopla, o incluso en su particular visión del Antiguo Testamento, entre otros".
Además, Vezzosi subraya que Leonardo escribía y pintaba con la mano izquierda y completaba sus cuadernos de trabajo comenzando por la última página, justamente como los árabes y los hebreos.