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Presencia de garabatos y groserías es lo que más molesta a la gente en la televisión

El mal lenguaje supera al sexo y a la violencia entre los contenidos considerados inadecuados por parte de los televidentes, según la Cuarta Encuesta Nacional de Televisión.

09 de Octubre de 2002 | 12:41 | El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Los garabatos y el lenguaje grosero son los problemas que más preocupan a los televidentes hoy en día, incluso más que la exhibición de sexo y de escenas de violencia. Así se desprende de la Cuarta Encuesta Nacional de Televisión, realizada en conjunto por el Consejo Nacional de Televisión y la empresa Adimark Comunicaciones, y que fue divulgada esta mañana.

Según el estudio, el 51,5% de los televidentes se muestra preocupado por el lenguaje que se utiliza hoy en día (garabatos y vocabulario grosero) por sobre los contenidos de sexo, (34,1%) y violencia (33%). Más abajo están la presencia de personas que no aportan nada o que son ignorantes (30,4%) y las mentiras, engaños y discusiones y peleas de políticos (27,3%).

La presidenta del CNTV, Patricia Politzer, opinó que la permisividad existente hoy día con respecto al lenguaje, particularmente en los programas de corte juvenil, es preocupante para el consejo, "porque si nuestro lenguaje se empobrece también lo hace nuestro pensamiento, por lo que los medios tienen una gran responsabilidad". Dijo también que no hay elementos que permitan descubrir una relación entre el uso de ese lenguaje y el rating.

Esta cuarta encuesta se efectuó entre marzo y abril de este año, con 2.564 casos en las ciudades de Antofagasta, Coquimbo, La Serena, Valparaíso, Viña del Mar, Concepción, Talcahuano, Temuco y Santiago.

Principales resultados

Noticiarios

El estudio muestra que el 74,3% de las personas ve los noticiarios de televisión todos los días. Esto muestra una baja importante en relación con la encuesta de 1999, cuando la cifra llegaba al 79%.

En general, los entrevistados están de acuerdo con diversas evaluaciones positivas de los noticiarios, como que informan adecuadamente de los acontecimientos de otros países y de Chile y que dan buena información sobre la vida cotidiana. Pero no están tan de acuerdo con que toman en cuenta los intereses de la gente.

Asimismo, los encuestados están de acuerdo con que los noticiarios tienen una serie de aspectos negativos: el 79,1% considera que se aprovechan del dolor humano para conseguir más audiencia; el 76% que cubren muchas noticias de Santiago y pocas de regiones; el 65,2% que se cargan demasiado hacia un solo lado político; el 61,5% que hay ciertas noticias que no se dan a conocer intencionalmente; el 60,7% que presentan demasiada información sobre hechos delictuales; el 56,2% que presentan las noticias de manera muy superficial, y el 55,8% que exhiben demasiado fútbol.

Cobertura del 11 de septiembre de 2001

El estudio del CNTV y Adimark aprovechó de evaluar la opinión del público con respecto a la cobertura de los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre del año pasado. El 86,6% de los entrevistados estuvo de acuerdo con que algunas imágenes fueron repetidas en exceso; el 79,4% cree que la televisión ayudó a producir los efectos buscados por los terroristas; el 79,3% está de acuerdo con que el papel de la televisión es cada vez más importante para informarse sobre los acontecimientos noticiosos; el 72,4% cree que las transmisiones mostraron sólo una parte de la realidad de los hechos, y el 64,8% reconoce que si no hubiera visto los atentados a través de la televisión, no lo hubiera creído.

Equipamiento

De acuerdo con la encuesta, el 50,6% de los hogares cuenta con video grabador, el 37,5% con algún tipo de televisión pagada (cable o satelital), el 34,7% con computador, el 26,4% con video juegos, el 20,5% con conexión a Internet y el 5% con DVD.

El promedio de televisores por hogar es actualmente de 2,2 aparatos; nueve años atrás era de 1,9 televisores por hogar. Los aparatos están ubicados preferentemente en el living y comedor (72%), en el dormitorio principal de la casa (68,5%) y en otros dormitorios (31,1%).

Del total de los hogares que componen la muestra, el 37% tiene televisión por cable, un 0,5% tiene televisión satelital o antena parabólica y el 62,5% restante sólo televisión abierta. La penetración del cable se ha más que triplicado desde 1993, cuando llegaba sólo al 11,4%. La satelital, en cambio, ha bajado desde 1999, cuando llegaba al 0,9%.

La encuesta muestra una diferencia importante en la presencia de Internet de acuerdo con los distintos grupos socioeconómicos. La penetración total de las conexiones a la red alcanza a 34,8%, distribuida de la siguiente forma: en el grupo ABC1 llega al 86,2%, en el C2 al 61,1%, en el C3 al 33,1%, en el D al 13% y en el E alcanza apenas al 5,8%.

Consumo

Dentro de los medios de comunicación, el más consumido es la televisión: un 79,4% de los encuestados la mencionan. Le sigue la radio, con un 68,3%, la televisión pagada (en los hogares que la poseen), con un 67,2%, Internet, con un 33,4% de quienes tienen acceso a la red, y los diarios, con un 22,4%.

En términos de tiempo, las personas le dedican en promedio 2 horas y 57 minutos al día a la televisión. El tiempo promedio de consumo aumentó en 14 minutos en relación con la encuesta realizada en 1999, cuando era de 2 horas 43 minutos. Los que tienen televisión pagada llegan a las 3 horas y 40 minutos (con 1 hora y 43 dedicadas a la televisión abierta y 1 hora 57 minutos a la pagada) y los que tienen sólo televisión abierta consumen 2 horas y 31 minutos.

Satisfacción

En comparación con la encuesta realizada en 1999, ha disminuido levemente el nivel de satisfacción de las personas con la televisión: hace tres años el 55,6% de las personas se manifestaban satisfechos; en el 2002, el 54,4%. Asimismo, los que se manifiestan insatisfechos suben de 43,4% a 44, 7%.

Quienes dicen estar insatisfechos con la televisión abierta, justifican mayoritariamente su actitud diciendo que los programas son malos, de baja calidad y poco atractivos. También les molesta que haya muchos avisos y que los programas los muestren cortados. La falta de programas culturales es asimismo una razón frecuente.
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