MOSCU- Menos de 20 días después del dramático asalto de un comando checheno al teatro Dubrovka, de Moscú, los actores, bailarines y todo el equipo de "Nord-Ost" están listos para volver a la escena.
El 22 de octubre el musical fue abruptamente interrumpido por ráfagas de ametralladoras y 800 personas, entre artistas y público, se transformaron en rehenes.
El espectáculo fue transferido a otra sala, que se levanta en la orilla del río Moscova y a pocas decenas de metros del Kremlim, donde el domingo está previsto el nuevo debut. Se espera un lleno total.
En una atmósfera emotiva, signada por el deseo de superar la tragedia, los actos dedicaron el espectáculo a las víctimas del Dubrovka: 128 en total, entre ellos 18 actores y técnicos.
La gran mayoría de los rehenes murió por efecto del gas lanzado por las tropas rusas para retomar el control del teatro.
"Nord-Ost", uno de los musicales más populares de la Rusia postsoviética, se repondrá con un nuevo nombre: "Nord-Ost, nosotros estamos con ustedes".
Todos los sobrevivientes de la compañía, incluidos los que acaban de abandonar el hospital - por el efecto del gas mortal- pasaron la prueba bajo los ojos de la televisión rusa.
El presidente Vladimir Putin quiere transformar el nuevo debut en un símbolo y desea rendir homenaje a la "fuerza de ánimo" de todos los 800 rehenes del Dubrovka.
Mientras tanto, crece la polémica por la actuación de las tropas especiales rusas y la operación cumplida para lograr el control del teatro.
