SANTIAGO.- Pese a que desde 1986 Roberto Brodsky, Gregory Cohen, Igor Rosermann y Francisco Zañartu no montaban -todos juntos- una obra, decir que andaban más pérdidos de las tablas que el Teniente Bello es, a los menos, incorrecto. Incorrecto porque ellos, en realidad, son Teniente Bello. E incorrecto también
porque el nombre de la compañía fundada en los años 80 siempre tuvo una lectura más bien metafórica: la de un extravío existencial, la de una generación sin rumbo.
Y no sólo eso. "Era una paradoja porque el Teniente Bello era un militar, pero también era un desaparecido", explica Roberto Brodsky. "La pieza que falta" se llamó su última creación, y ese montaje, bajo la dirección de Erto Pantoja, volverá en enero a la cartelera, en el Festival Internacional Teatro a Mil.
"Hace tiempo que nosotros queríamos hacer una muestra del teatro de los ’80, y este año Carmen Romero (una de las organizadoras de Teatro a Mil) nos llamó para celebrar los 10 años del festival. Ella quería que parte de este aniversario se centrara en mirar de dónde salió todo este Teatro a Mil y este Teatro a Mil salió un poco de los años 80, cuando el teatro era un poco precario, un poco díscolo, nada de oficial, extraoficial", dice Brodsky.
Convocar a las otras compañías, finalmente fue una idea que no prosperó. "Dijimos bueno: juntémonos nosotros’’, dice Brodsky. Y aunque el impulso inicial también contemplaba el reestreno de "Lili, yo te quiero", el tiempo no lo ha permitido. Por ahora. Porque para un futuro no se descarta ese redebut ni tampoco una nueva creación.
"No nos interesa el ejercicio de la nostalgia por la nostalgia. Nos interesa
rescatar y retomar y exhibir un tipo de teatro de estética que funcionó en su momento", dice Brodsky.
Los integrantes de Teniente Bello provenían de mundos diferentes al
teatro: Brodsky, Cohen y Zañartu de la literatura; y Rosermann de la
arquitectura. Pese a eso, la crítica varias veces elogió su propuesta irónica.
"Nosotros no teníamos nada que perder. Como no éramos actores no nos preocupaba tanto lo que dijeran de nosotros en términos de actuaciones. Teníamos la irreverencia de la libertad", dice Gregory Cohen. E
Igor Roserman cuenta que ahora que están más "viejos, la obra tiene un tiempo distinto. Está más contenida. Hay algunos cambios en la puesta en escena, pero el texto sigue casi igual, potente y vigente".
Juegos de lenguaje
"Lily, yo te quiero", "Adivina la comedia", "Homenaje al surrealismo" y "Diálogos entre Napoléon y Bolivar sobre los problemas del poder y la gloria
terciando el general Francisco Miranda" son algunas de las obras de Teniente
Bello.
"La pieza que falta" (escrita por Cohen y Brodsky) muestra a un Oidor (Igor Rosermann) que oye, pero no puede reproducir lo que escucha; a un escribidor (Roberto Brodsky) que no puede trabajar porque el oídor no le da información; y a un huaso punk (Gregory Cohen) , que pretende ordenar al oídor y al escribidor, pero no lo logra. Entonces aparece un cuarto personaje, La Falla, que hace que los otros se den cuenta de sus problemas.
