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Juez ordena incautar libro sobre cantante Cecilia

Editorial Planeta emitió una declaración en que expresa su sorpresa por la resolución emanada del Primer Juzgado del Crimen de Santiago.

03 de Diciembre de 2002 | 20:11 | ORBE
SANTIAGO.- La Editorial Planeta se mostró "sorprendida" ante la resolución judicial emanada del Primer Juzgado del Crimen de Santiago que ordenó la incautación desde sus bodegas del libro "Cecilia, la Vida en Llamas", como también del retiro de circulación de los ejemplares que se encuentran en diversos puntos de venta en el país.

En declaración pública, la entidad reconoció además que se encontraban enterados sobre la demanda judicial interpuesta contra el periodista Cristóbal Peña -autor de la biografía de la destacada cantante nacional: Cecilia- y contra la Editorial.

Según dijeron, la demanda se apoya en "supuestas injurias" que la obra contendría contra la artista, por lo que expresaron que "el libro contiene una seria y documentada recapitulación de la trayectoria de la artista, poniendo el acento en sus sobresalientes méritos artísticos y en el notable papel protagónico jugado por ella en el movimiento musical de los años ’60".

Asimismo, explicó que "Editorial Planeta aceptó su publicación, justamente por haber estimado que en esta investigación periodística se resolvían, con responsabilidad y equilibrio, las exigencias de una biografía que recrea el itinerario de una personalidad pública, sin incurrir en la fácil explotación de aspectos polémicos de su vida íntima".

Respecto de supuestos contenidos injuriosos, que fue considerado por Cecilia, Editorial Planeta y el autor del libro declararon que "no ha estado en sus propósitos lastimar la honra de la cantante o incurrir en injuria alguna".

Finalmente, dijeron que la medida adoptada por el Tribunal "es arbitraria", más aún "si en ésta no se entregan los argumentos jurídicos que la respaldan y que el autor aún no ha expuesto ante el tribunal pertinente los antecedentes en los que basó su investigación".

Antecedentes

En la historia de los libros censurados después del año 90, la mayoría tenían que ver con autoridades o personajes del mundo de la política.

Eso podría explicar que ni la propia abogada de la cantante Cecilia, Carolina Canales, esperara que el Primer Juzgado del Crimen de Santiago resolviera incautar el libro "Cecilia, la vida en llamas", que el periodista Cristóbal Peña publicó en noviembre en Editorial Planeta.

La medida precautoria se dio a conocer este martes y según explica la abo´
gada, la decisión se tomó gracias a lo sólido de sus fundamentos, en
cuanto a que el autor, Cristóbal Peña, actuó de mala fe.

"Entregamos antecedentes suficientes como para que la jueza presumiera la existencia del delito de injuria grave. Además en el comparendo con Peña
partió su abogado partió diciendo que no pedirían disculpas".

El periodista, en tanto, se declaró sorprendido y preocupado por el precedente que el caso sienta sobre la libertad de expresión.

"Si cualquier persona que se sienta afectada por la publicación de un libro puede pedir requisarlo sin que haya una instancia en la que se pueda decir si hubo ánimo de injuriar, es delicado. Solamente hubo un comparendo y no ha habido una instancia en la que yo pudiera exponer mis argumentos. Es rarísimo".

El caso no es tan raro. Ya antes los tribunales requisaron el libro de María Irene Soto "Los secretos del Fra Fra".

"Ocho años después fue declarada inocente y le devolvieron los libros, pero para entonces no importaba", explica Alejandra Matus, autora de la investigación "Injusticia duradera", en los que narra varios casos de censura de libros en Chile post 90.

Según Matus, conocida por el proceso del "Libro negro de la justicia chilena" e integrante de la Asociación de Periodistas por la Libertad de Expresión "el principal obstáculo en Chile son los tribunales, porque los jueces ven con cierto desprecio a la libertad de expresión. La corte interamericana ha dicho
que no se puede defender un derecho violando otro, pero aquí se dice
que el honor está por encima de la libertad de expresión", explica.

Para Cecilia no hay atropello a la libertad de expresión. "No era mi intención hacerle daño a nadie, pero no voy a permitir que mi imagen se malogre con invenciones de un libro mal hecho". Y agrega: "Defendí mi persona, no estoy en contra de la libertad de expresión. Doy las gracias al Primer Juzgado del Crimen".

De acuerdo a Renato Peña, papá y abogado del periodista, la orden es revocable y confía en el curso del juicio que seguirá a partir de este miércoles y
que implica la presencia de testigos.
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