LOS ANGELES.- Los Rolling Stones anunciaron planes de realizar su primer concierto gratis desde la debacle de Altamont en California, hace 33 años, cuando los Hells Angels convirtieron un espectáculo de agradecimiento en un baño de sangre.
El nuevo concierto, programado para el 6 de febrero en el Staples Center en Los Angeles -con capacidad para 20 mil personas-, promete ser un espectáculo más tranquilo.
El show está destinado a aumentar la conciencia por el calentamiento mundial, dijo en un comunicado la firma publicista de la banda, Rogers & Cowan.
El productor Steve Bing, un demócrata clave que está en la actividad de recoger fondos y padre del hijo de la modelo Elizabeth Hurley, financiará el concierto.
La banda está organizando el espectáculo con el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo ambiental independiente.
"El compromiso de los Rolling Stones ayudará a asentar un apoyo sin precedente a los esfuerzos del consejo para luchar contra el calentamiento mundial", dijo el presidente del consejo, John H. Adams, en un comunicado.
Los seguidores estadounidenses de la banda podrán pedir dos entradas gratuitas en la dirección www.nrdcstonesconcert.org o enviar una solicitud por correo antes del 6 de enero. No se requiere realizar una donación. Habrá 6 mil ganadores seleccionados al azar entre las solicitudes en enero.
Los Rolling Stones han evitado generalmente los conciertos benéficos de gran magnitud en favor de obras privadas. Notables excepciones incluyen un espectáculo en Los Angeles en 1973 para recaudar fondos para las víctimas de un terremoto en Nicaragua y dos conciertos para los invidentes en Toronto, exigidos judicialmente después de que el guitarrista Keith Richards fuera arrestado por posesión de heroína.
El concierto gratuito se realizará al final de la gira estadounidense del grupo, llamada "Licks", la que comenzó en Boston en septiembre y que ha recaudado unos US$120 millones.
La banda comenzará entonces la parte australiana de su gira antes de tocar en Japón, posiblemente a otros países de Asia y luego en Europa.
El concierto de 1969 de Altamont, cerca de San Francisco, también se ofreció al final de una exitosa gira. Pero la mala planificación convirtió el evento en un fiasco.
Los Stones contrataron a miembros de Hells Angels (los Angeles del Infierno) de la zona para proporcionar seguridad. Estos condujeron sus motos a través de una multitud de unas 500 mil personas y golpearon a los fans con tacos de billar mientras la banda miraba impotente.