RIO DE JANEIRO.- El cantautor brasileño, Gilberto Gil, designado ministro de la Cultura por el electo Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se despidió este miércoles de su público con un concierto que ofreció en la favela (barrio miseria) Rocinha de Río de Janeiro.
Antes de subir al escenario, Gil dijo a la prensa que ahora sus energías se concentrarán en "conciliar la política con la cultura".
Indicó además que la prioridad en los próximos días, una vez que asuma el cargo -el próximo primero de enero, luego de que Lula sea investido como nuevo presidente de Brasil- será montar la estructura interna del ministerio.
El reconocido cantante deberá viajar este jueves a Brasilia para asistir el viernes al primer consejo de ministros que el electo mandatario sostendrá con todos los 26 funcionarios designados.
Luego de las apresuradas declaraciones que dio a la prensa, Gil saltó al escenario vistiendo un pantalón blanco y una camiseta sin mangas de color lila.
Ante cerca de unos 10 mil espectadores -según los organizadores del concierto-, quienes pagaron un económico ingreso por persona de 5 reales (1,4 dólares), Gil tocó la guitarra y entonó las canciones que le han valido su reconocimiento artístico en Brasil y en el extranjero.
Con este concierto, cuyo recaudo se destinará para financiar la Casa de la Cultura de la favela Rocinha, considerado el mayor sector marginal de esta turística ciudad, Gil marcó su temporal marginación de los escenarios para asumir su nuevo papel de ministro de la Cultura del gobierno del ex líder sindical metalúrgico.