CIUDAD DE MEXICO.- La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) y la Cámara Nacional de la Industria de la Celulosa y del Papel (Cnicp) anunciaron que entre sus próximos planes para la lucha contra la piratería está la utilización de sellos de agua en el papel.
Esto no sólo permitirá reconocer la originalidad de la obra, sino que también reducir las altas pérdidas producidas por robo de papel. Según ambas instituciones, la industria de la piratería literaria logra disminuir en tres veces los costos de realización de un libro, convirtiendo este acto ilegal en un lucrativo negocio y que representa ya en ese país el 10 por ciento del total de la producción.
Junto con el hurto de papel y la copia de libros, se ha sumado en México el asalto a camionetas de las casas editoriales para robar su contenido, el que luego es vendido en el mercado negro.
Autoridades de Caniem y Cnicp dijeron que el proceso de fabricación del papel permite dotarlo con marcas de agua que aseguren su legalidad, lo que representará un criterio que podrá utilizar la Procuraduría General de la República (PGR) en su lucha contra la piratería, a la que los legisladores dieron el 4 de diciembre rango de delincuencia organizada.
Aunque el método es considerado caro por algunos, ya que aumenta el costo de producción, la medida podría representar una solución casi infalible para identificar cuándo un libro es copiado o robado.