Especial Festival de Viña 2003
Viña del Mar.- Declaraciones sobre una eventual guerra en Irak, repaso a las relaciones internacionales de Chile con las naciones vecinas, referencias a las crisis de Venezuela o de Argentina, provocaciones o escándalos, todo es posible en la 43 versión del Festival de Viña del Mar, que comienza hoy y que reunió
-como nunca antes- a un grupo de artistas sin pelos en la lengua.
Así lo han demostrado anteriormente leyendas del rock latinoamericano como el argentino
Charly García o la resucitada banda chilena
Los Prisioneros. Debido al difícil contexto regional y mundial, tampoco se descarta que envíen mensajes desde el escenario el venezolano Ricardo Montaner, el colombiano Juanes, el argentino Diego Torres o los mexicanos Maná.
El impredecible Charly García llega a Viña con el antecendente de haber estado arrestado en Quito (Ecuador), el pasado mes de diciembre, por haber destrozado equipos mientras estaba en plena actuación.
En el "prontuario" del padre del rock latinoamericano también figura su famoso salto a una piscina desde su cuarto en un hotel de la provincia argentina Mendoza, su relación amorosa con una adolescente de 17 años o su incumplimiento de contrato con un recital que organizaron en Chile en 2001 familiares de detenidos desaparecidos.
Ante estos hechos, en enero pasado cundió el pánico y un concejal derechista de Viña del Mar pidió un examen siquiátrico para asegurarse de que no haría crisis en plena Quinta Vergara. García le respondió, a través de la prensa: "Debo decirle que se vaya a la concha de su madre (fuerte insulto en Argentina). Estoy completamente loco, eso lo sé, pero que toco y soy un gran artista, no cabe duda", dijo y recordó que fue elegido el mejor artista de Argentina de 2002 por su último disco "Influencia".
Lo cierto es que el cantante asegura ser consciente de que lo verán millones de personas y que su actuación traspasará las fronteras, de modo que se comprometió a portarse bien y no repetir los incidentes de Ecuador.
"No deben preocuparse, va a estar todo bien. Ya me aburren las locuras. No quiero provocar. No soy tan nene como para poner una excusa, voy a hacerla bien y sacaré provecho yo también", anticipó Charly, aunque los organizadores igualmente cruzan los dedos ya que el músico gusta de entrar en diálogos con los asistentes y el público de Viña, por lo que lo han apodado el "monstruo de las mil cabezas".
También precedidos por declaraciones polémicas y controversias llegan
Los Prisioneros. Su líder y vocalista,
Jorge González, sostuvo recientemente en Lima que Chile está ansioso de usar sus armas contra Perú y Bolivia, y dijo que a veces se avergonzaba de ser chileno porque sus compatriotas eran "flojos y ladrones".
Aunque González pidió excusas "al 99 por ciento de los chilenos" hace dos semanas en Santiago, culpando a la prensa de haberlo tergiversado, ya que se refería al grupo Lucchetti, que tiene un conflicto en Lima, aún no está claro si el público en general lo perdonó, ya que sus palabras generaron fuertes reacciones de rechazo.
En diciembre pasado, el cantante se vio en otra polémica cuando criticó en plena realización de la Teletón chilena a sus realizadores y les dedicó el tema "Quieren Dinero".
Antes estos hechos, los miembros de la comisión organizadora del evento musical indicaron hace diez días que ya no era posible anular el contrato y sólo restaba apelar a las confianzas mutuas.
La semana pasada, Jorge González no apaciguó su furibunda lengua y en un recital en el sur de Chile comentó desde el escenario que George W. Bush es "un psicópata y terrorista" por su intención de iniciar una guerra contra Irak, y de paso criticó al gobierno de su país -miembro no permanente de la Comisión de Seguridad de la ONU- por sus posiciones en política internacional.
En Canal 13 no parece para nada contrariado por la coincidencia en el escenario de personalidades tan controvertidas. Su director general, Enrique García, aseveró que la estación católica está en actitud de "apertura" y que se sabe en Chile que los artistas polémicos otorgan sintonía y cobertura mediática.
Quizás este año se excedan las mejores expectativas de la estación. El grupo mexicano
Maná está en una actitud de fuerte compromiso social y en Viña enfocarán su presentación en su último disco, "Revolución de Amor", y en la pantalla gigante del recinto viñamarino desplegarán imágenes alusivas al amor, según adelantaron.
No sería de extrañar que el cuarteto, que se presentará el sábado en el estadio de Vélez Sársfield (Buenos Aires) y entregará la recaudación para se emplee en proyectos de ayuda a niños pobres, también haga referencias al difícil momento del continente.