Especial Festival de Viña 2003
VIÑA DEL MAR.- La legendaria banda rock chilena Los Prisioneros brindó en el Festival de Viña del Mar el show más irreverente jamás visto en el país, en cuyo transcurso, el vocalista Jorge González hizo los ataques más fuertes que se recuerde contra la Iglesia Católica, el Canal 13 (que transmitía el evento), la prensa, George W. Bush y los nacionalistas de Chile.
El grupo venía con el antecedente de silbatinas en días previos, cuando en la Quinta Vergara daba que hablar por declaraciones hechas por González hace tres semanas en Lima, donde acusó a su país de prepararse para ir a la guerra con Perú y Bolivia, y afirmó que a veces sentía vergüenza de ser chileno.
Las frases calaron hondo en el mundo político y en los propios seguidores del trío, reagrupado a fines de 2001 tras 12 años de separación. Incluso llegaron emails a su página Web con amenazas de muerte. Se esperaba que González tuviera algún gesto de contricción o reconciliación, pero su actitud fue la más dura que se haya visto jamás en la televisión chilena y pasará a la historia como tal.
Vestido con un sweater tipo policial y casi sin peinarse, González entró directo a la confrontación con el temido "monstruo" del Festival. Sin ningún halago, espetó: "¿A ver esas pifias (silbatinas)?". "¡Queremos pifias!". El "monstruo" reaccionó apabullado ante tanto atrevimiento: Jamás nadie lo había provocado así y salía vivo.
Comenzó la canción "Sexo" y González comenzó a cambiar la letra y largó el discurso más ácido de que haya memoria, con su cara de mayor relajo: "El curita de la TV, el curita con la censura en cierto canal de TV, luego la mina con las tetas al aire, el curita quiere que todos mueran de sida, el curita con el sermón, el tremendo culo en la televisión, el curita con las palabras al cierre, el curita hablando de amor de Jesús, pero cuando torturan y matan se queda callado pues mataron comunistas anticristianos, tenían vacías las manos, y con esa tortura su canal los bosillos se llenaron, ¿se acuerdan?: ellos eran los patriotas".
Tras las alusiones directas a Canal 13 (la estación que transmite el evento) y a uno de sus ex altos directivos, siguió la canción normalmente y toda la Quinta Vergara siguió el coro y bailaba, lejos de protestar. Era un público fiel que había ido a verlos y estaba con ellos, incondicionalmente.
Vino el tema "Quieren dinero" y González seguía improvisando: "Quiero más rating, quiero más pifias, quiero más petróleo, quiero más guerras" y terminó emitiendo fuertes palabrotas muy chilenas, como para provocar a la estación católica.
Luego de "Paramar" vino "Por qué no se van" y detuvo la canción para contar una anécdota, al estilo Jim Morrison: "Veníamos para acá y algo nos pasó por alguna gente que ha iniciado una campaña para hundirnos, por vender diarios. Se cruzaron autos y motos. Le dieron con un bate a nuestra cabina. Yo le pegué a uno, Miguel (baterista) a otro. Le saqué el pasamontañas a uno y decía ’Prensa’ (risas). Les quitamos las motos y nos vinimos: ¡Tengan cuidado con nosotros!".
Luego de ese ataque directo a la prensa, cantaron "Sudamerican rockers" y al anunciar el tema "Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos", González señaló "ahora más que nunca Latinoamérica es un pueblucho al sur de Estados Unidos" y volvió a improvisar: "El Ejército de Estados Unidos dice que hay que ir a la guerra y toda Latinoamérica le chupa el miembro y está dispuesto. George Bush dice que hay que ir a matar árabes y él es un tejano millonario y dueño de petrolera y Latinoamérica dice ’sí a la guerra’, a asesinar niños. El diario está feliz, el noticiario está feliz, la radio está feliz. Van a vender diarios y estarán del lado del más fuerte. Nos ven las pelotas: Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos", dijo.
La bronca de González no paraba y seguía reivindicando su postura, lejos de retroceder: "Yo quiero al hermano argentino, yo amo al hermano peruano y al hermano boliviano y si alguien tiene problema con eso, bien puede lamerme el ano". Ni la peor pesadilla de Canal 13 pudo imaginar lo que pasaría.
Cuando anunciaban "Tren al sur" ya la gente pedía para ellos la Antorcha de Plata, pero González exigía la Gaviota de Plata (el premio de la competencia). La pausa vino con "Lo estamos pasando muy bien", "Quién mató a Marilyn" y "Estrechez de corazón" y siguió la provocación cuando González dijo que cantarían un tema del folklore local y vino "La Pirilacha", el tema más picante que existe en Chile. No contento con eso, González pidió coros y fue seguido.
Vino "El baile de los que sobran" y nuevas intervenciones donde se fustigaba la educación y el clasismo que formaba "esclavos y obreros" por un lado y "gerentes" por el otro.
El animador Antonio Vodanovic, que, en 20 años de conducción, jamás vio nada igual, hacía como si nada pasaba y todo fuera normal. La gente exige para ellos Antorcha de Plata y Antorcha de Oro. Vodanovic no quiere más líos y las entregó, presuroso, sin chistar.
Se estaba asistiendo a la historia y se escribía una nueva página en la trayectoria del Festival: El "monstruo" había muerto, y en su ley, ante un rival incluso más duro, provocador y fuerte.