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Norah Jones, la desconocida joven que arrasó con los Grammy

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del Grammy Honorario a los Bee Gees por la influencia que este grupo logró en el mundo de la música de los años ochenta.

24 de Febrero de 2003 | 10:51 | DPA
Nueva York. - Contra todas las previsiones, que daban por triunfadores a personajes afirmados como Eminem o Bruce Springsteen, Norah Jones, una joven desconocida hasta hace un año, su canción y su disco arrasaron anoche con ocho de los principales Grammy en el Madison Square Garden de Nueva York.

Norah Jones
La hija de Ravi Shankar fue la sorpresa en los Premios Grammy.
Jones se llevó dos de los principales Grammy -mejor grabación y mejor álbum del año- por el tema "Don’t know why", incluido en su disco "Come away with me". Pero también consiguió el Grammy a la mejor interpretación vocal pop femenina, al mejor disco vocal pop y a la mejor artista novel.

Su disco, por otra parte, recibió los Grammy al mejor álbum desde el punto de vista técnico y al productor del año, mientras la canción fue galardonada como la mejor del año y el premio lo recibió el autor del tema, Jesse Harris.

Jones se encontraba entre los favoritos para recibir los prestigiosos premios a la música de Estados Unidos, junto con el rockero Bruce Springsteen y los jóvenes raperos Nelly y Eminem, además de Sheryl Crow, Ashanti, Avril Lavigne y Raphael Saadiq.

Los favoritos habían conseguido cinco nominaciones para los codiciados galardones, pero Jones logró desplazar a varios de ellos, incluido el rapero Eminem.

El que pudo mantener bastante su prestigio en materia de previsiones fue el veterano rockero Springsteen, que se llevó tres galardones por su disco "The Rising", inspirado en los atentados del 11 de septiembre de 2001, que costaron la vida a más de 3.000 personas en Nueva York y Washington.

El disco de Springsteen incluye temas como "Into the Fire", que escribió después del 11 de septiembre, y otro que habla de su ciudad en ruinas, "My City of Ruins".

Eminem, que con su cara de enojado perenne cantó con su grupo en el escenario del Madison Square Garden, donde se exhibieron muchos de los premiados, se llevó el galardón al mejor disco de rap por "The Eminem Show", que estuvo en la cima de las ventas el año pasado, mientras Nelly consiguió el Grammy a la mejor interpretación de rap masculina con "Hot in Herre".

En la categoría dedicada a la música latina fueron galardonados Celia Cruz, el grupo mexicano Maná, el puertorriqueño de merengue Manía y el grupo latinoamericano Bacilos, radicado en Estados Unidos, entre otros, mientras el panameño Rubén Blades ganó el Grammy al mejor disco de música del mundo.

Norah Jones, de 23 años, es hija del famoso músico indio Ravi Shankar, hoy de 82 años, y de la ex promotora musical Sue Jones. Sus padres nunca se casaron y cuando la joven Norah agradeció anoche su primer Grammy en el escenario, mencionó sólo a su madre. Jones fue criada en Texas, pero vive en Nueva York. El año pasado, en estas mismas fechas, la hoy supergalardonada era prácticamente desconocida.

Vestida de negro y mostrando modestia y un toque de timidez, Jones cantó acompañándose con el piano en el gran escenario del Madison Square Garden y pareció estar muy asustada al recibir la primera estatuilla y cuando los miles de personas presentes aplaudían su nombre.

"Me parece increíble estar aquí", dijo la primera vez que subió al escenario. Cuando subió la última vez, repetía: "No puedo creerlo, no puedo creerlo". "En un momento en que el mundo está tan extraño, me siento bendecida y afortunada por haber tenido el año que he tenido. Gracias a todos", añadió.

Pese a que la Academia Nacional de las Artes y las Ciencias de la Grabación había advertido que no permitiría manifestaciones en contrara Irak durante la 45 entrega de los Grammy, algunos artistas hicieron leves alusiones a la paz y otros prefirieron vestir casacas o guitarras con leyendas que decían "No war" (No a la guerra) o con el símbolo de la paz que hizo famoso el movimiento "hippy" en los años sesenta contra la guerra de Vietnam.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del Grammy Honorario a los Bee Gees por la influencia que este grupo logró en el mundo de la música de los años ochenta. Barry y Robin Gibb recibieron la estatuilla, pero la dedicaron al tercer integrante del grupo, su hermano Maurice, que falleció el mes pasado.

La ceremonia de esta 45 edición de los Grammy comenzó con las palabras del actor Dustin Hoffman, que presentó a dos de los artistas que marcaron el mundo musical estadounidense de los sesenta y setenta, el dúo Simon y Garfunkel, que cantó "The sound of silence", acompañado de guitarra exclusivamente, como en los viejos tiempos.

Simon y Garfunkel recibieron un Grammy a la carrera y otro fue atribuido al percusionista cubano Tito Puente, el "rey de la salsa", fallecido recientemente.

Entre los muchos participantes en la ceremonia estuvieron los actores Robin Williams (también premiado por su "Live " y John Leguizamo, además de Marc Anthony, B.B King, Rod Stewart y Peter Gabriel.

Los Grammy volvieron a Nueva York en 2003 después de cinco años de ausencia, período durante el cual se entregaron en Los Angeles, a causa de una dura disputa entre los dirigentes de la Academia y el entonces alcalde neoyorquino, Rudolph Giuliani.
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