EMOLTV

Roban cuadro de Salvador Dalí de cárcel neoyorquina

El robo fue descubierto el sábado por el personal de la penitenciaría de Rikers Island, al darse cuenta un funcionario que la obra del genial artista español, que estaba expuesta dentro de una caja cerrada con llave, había sido sustituida por una copia mala que había sido grapada al marco original.

02 de Marzo de 2003 | 18:25 | EFE
NUEVA YORK.- El "Cristo crucificado" que el pintor Salvador Dalí donó a los reclusos de la cárcel neoyorquina de Rikers Island hace casi 40 años fue robado del salón de entrada del presidio y reemplazado por una copia barata, informó hoy la policía.

El robo fue descubierto el sábado por el personal de la penitenciaría de Rikers Island, al darse cuenta un funcionario que la obra del genial artista español, que estaba expuesta dentro de una caja cerrada con llave, había sido sustituida por una copia mala que había sido grapada al marco original.

La pintura, realizada en tinta roja y negra y en la que se ve a Jesucristo en la Cruz, de 100 por 120 centímetros, está valorada en más de medio millón de dólares.

El maestro español del surrealismo pintó este cuadro en dos horas en 1965, mientras estaba enfermo en el Hotel Regis de Nueva York, para ofrecerla como obsequio a los presos de este presidio.

La donación del cuadro se produjo de forma curiosa: Una directiva del Departamento de Correccionales del ayuntamiento de Nueva York, Anna Moscowitz Kross, gran amante de las artes plásticas y admiradora de Dalí, había pedido al griego Niko Yperifanos, amigo del pintor, que lo convenciese para que visitase a los reclusos.

Dalí, a la sazón sexagenario, decidió pintar el Cristo para compensar a los reclusos pues, debido a un catarro, su mujer, Gala, no le permitía salir del hotel para visitarlos.

El cuadro estuvo colgado durante más de quince años en el comedor del presidio hasta que tuvo lugar un incidente con el cuadro.

Un recluso, en un ataque de furia, manchó la tela -tasada ya en 175.000 dólares- arrojándole una taza con café, por lo que las autoridades del penal, con la esperanza de restaurarla en alguna ocasión, la guardaron hasta llenarse de polvo tras unos armarios.

En 1981 las autoridades de la penitenciaría ’’redescubrieron’’ el cuadro, aún manchado de café y que ya valía tres veces más, según los tasadores, y decidieron trasladarlo al salón de entrada.

Es un lugar al que no tienen acceso ni los reclusos ni sus visitas, y que, aunque carece de cámaras de seguridad, está custodiado por agentes las 24 horas del día, según la policía.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?