LOS ANGELES.- La ceremonia anual número 75 de la Academia de Hollywood entró en suspenso este miércoles, ya que los organizadores del Oscar estaban preocupados no sobre quién ganará, sino si el show efectivamente se realizará.
Mientras se vislumbraba en el horizonte una guerra de Estados Unidos contra Irak, los organizadores no sabían si la presión de los acontecimientos obligará a postergar a última hora el evento más famoso de Hollywood previsto para el domingo, algo que nunca hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, ni en conflictos pasados como el de Corea, Vietnam y el Golfo Pérsico.
Pero los productores han hecho honor a la tradición del mundo del espectáculo, y siguen trabajando como si el show continuará, apegados los más posible al libreto y asegurándose de que todo sea sobrio y de buen gusto.
Observadores del Oscar dijeron que los ensayos se realizan de manera normal y que no había mayores cambios en el guión.
Se ordenó quitar la alfombra roja y los trabajadores se preparaban para retirar las gradas donde 500 afortunados seguidores generalmente se sientan a aplaudir a los nominados cuando hacen su desfile de entrada al Teatro Kodak.
Muchas estrellas dijeron que sería improcedente que fuesen entrevistadas por los reporteros sobre el traje que exhiban o acerca de los sueños y esperanzas del Oscar, si en ese momento se estuviera librando una guerra.
Sin embargo, una fuente de los Oscar ofreció una razón diferente: "Muchos actores querían entrar por una puerta trasera y evitar a la prensa este año, debido a que no querían que les preguntaran sobre la guerra".
Irónicamente, algunos observadores pensaban que el show podría convertirse en una plataforma para las protestas políticas.
Pero al no haber entrevistas en la alfombra roja y con las advertencias a los presentadores de no improvisar con sus puntos de vista políticos, los organizadores del show esperan un programa no polémico, que es presenciado anualmente por alrededor de 1.000 millones de personas en todo el mundo.
Mientras tanto, la policía de Los Angeles prometió realizar la operación de seguridad más estricta en la historia de los Oscar.
Se pidió una zona de exclusión de vuelos para el espacio aéreo que circunda el teatro y alrededor de 1.000 miembros de la seguridad estarán trabajando, respaldados por primera vez por cámaras de vídeo, que estarán grabando "cada pulgada cuadrada" de las calles aledañas.
Como señal de los tiempos turbulentos que se viven, el concejo municipal de Los Angeles votó el martes para destinar 4,4 millones de dólares en trajes protectivos, máscaras y equipo de detección de radiación, todo el material que pudiera ser puesto en servicio en futuras ceremonias de los Oscar.
Si el espectáculo continúa, la mayoría de los expertos espera que el musical "Chicago", con 13 nominaciones, se lleve los principales premios, en el que ha sido uno de los años más productivos para la industria del cine en la historia reciente de los Oscar.
ABC dijo que definitivamente postergó el programa anual de entrevistas de artistas nominados de Barbara Walters. La periodista dijo en un comunicado que era inadecuado presentar el show, que iba a ser su programa anual número 22, en vista de los acontecimientos mundiales.
Pero ejecutivos de la revista Vanity Fair dijeron que su famosa fiesta anual después de los Oscar se realizará, pero que no permitirán que los periodistas y camarógrafos entrevisten a los invitados a la llegada.
Posponer la ceremonia de los Oscar, incluso por unos pocos días, desataría una pesadilla logística. Unos 3.500 invitados han programado su agenda con meses de antelación para asistir al espectáculo. Los planes de viajes, planes de seguridad y los programas de televisión tendrían que ser alterados.
La cadena ABC transmitirá en vivo el show, uno de los que tiene más publicidad en el año, a partir de las 8 de la noche hora del este (01:00 hora GMT).