LOS ANGELES.- Los organizadores de la ceremonia de entrega de los Oscar reconocieron hoy que están ’’construyendo la ceremonia sobre arena, ya que la situación es muy fluida’’, incluyendo los reportes desde el frente en Irak y las noticias sobre artistas que renuncian a participar en protesta por la invasión o por considerar el momento inadecuado.
Quienes están preparando la noche más famosa de Hollywood y una de las ceremonias más populares en todo el mundo saben que las noticias dramáticas que provienen desde Irak pueden llegar a obligar a la Academia a postergar la gala por algunos días.
"Estamos siguiendo por televisión las noticias desde Irak, como todos ustedes -dijo a los periodistas Gil Cates, el productor de la ceremonia-. Tendremos tiempo hasta el domingo por la mañana para decidir una eventual postergación".
La guerra ya provocó algunas defecciones para la ceremonia del domingo por la tarde en el Teatro Kodak de Los Ángeles. El popular actor Will Smith, que tenía el encargo de presentar uno de los premios, ya hizo saber que estará ausente, aunque no se trata de una señal de protesta en su caso.
"Se sentiría muy incómodo, teniendo en cuenta lo que está pasando en el mundo", explicó su agente.
También renunció el director finlandés Aki Kaurismaki, candidato al Oscar al mejor filme en lengua extranjera por "El hombre sin pasado", en su caso como manifestación de repudio a la invasión de Irak.
Peter Jackson, el director de "El señor de los Anillos", hizo saber que se quedará en su país, Nueva Zelanda, donde está completando el tercer filme de la saga. También faltará a la cita, siempre por problemas logísticos, otro habitual personaje de la noche de los Oscar, la diseñadora Donatella Versace.
Algunos de los candidatos ya informaron que tienen intenciones de manifestar su oposición a la guerra si es que son llamados a retirar una estatuilla. Entre ellos se cuentan el director de "The hours", Stephen Daldry (quien, de todas maneras, tiene pocas posibilidades de triunfar) y el guionista de la película, David Hare (quien cuenta con esperanzas más concretas).
Muchas estrellas aceptaron la invitación a lucir distintivos con el símbolo de la paz, entre ellos Dustin Hoffman, Susan Sarandon, Julianne Moore, Jim Carrey y Ben Affleck.
Los organizadores de la noche del Oscar subrayaron que, mientras los vencedores de las estatuillas son libres de emplear como quieran los 45 segundos a su disposición para el tradicional discurso de agradecimiento -y podrán así, si quieren, hablar sobre la guerra-, los actores convocados para presentar los premios deberán seguir el texto previamente preparado para ellos por los guionistas de la velada.
Todos esperan a ver qué sucedera con la actriz Susan Sarandon, una de las encargadas de presentar un premio y posiblemente la cara más conocida de las manifestaciones de oposición a la guerra en el Golfo Pérsico.
La decisión de los organizadores de eliminar la alfombra roja después de que muchos artistas pidieron entrar al Teatro Kodak discretamente sin tener que posar para los fotógrafos, provocó otras iniciativas relacionadas con la fastuosidad de la noche.
Entonces, no habrá zapatos de platino y rubíes de un millón y medio de dólares, vestidos super-escotados ni joyas de valor astronómico. La Academia anunció además que este año no será obligatorio el smoking para los participantes de la ceremonia.
También quedó golpeado el clima de las fiestas previstas para el post-Oscar. Aunque ninguna de las reuniones más importantes fue por ahora cancelada, sí se registraron modificaciones. Del "party" de la revista Vanity Fair fue eliminada la alfombra roja y los fotógrafos y reporteros no serán admitidos.
"Nadie quiere ser fotografiado con una copa de champagne en la mano mientras en Irak están murieron soldados estadounidenses", explicó un vocero.