SANTIAGO.- Falleció en Santiago la veterana actriz Nieves López Marín, pionera de los radioteatros en Chile y figura prominente en el teatro nacional durante varias décadas.
Sus restos fueron cremados hoy martes acompañados de familiares y amigos de la actriz.
Nieves López Marín fue la creadora de la compañía El Teatro del Ayer.
La actriz nació en Madrid en 1908, pero fue en Chile donde alcanzó la fama. Hija única del matrimonio de un escritor y una actriz, la futura voz de radioteatros fue precoz: pisó por primera vez un escenario a los 3 años y a los 11 ya era miembro estable del elenco de la Compañía de la actriz española Prudencia Griffel.
A Chile vino por primera vez en 1927 de la mano de Juan Leal y una compañía teatral. Tuvieron presentaciones a tablero vuelto en los mejores teatros del país durante quince meses.
Al año siguiente se disolvió la compañía, pero formalizó su relación con Leal, con quien creó un grupo teatral.
También asumió el papel de madre de la pequeña Rita Leal, quien se convertiría en su hija y gran amiga. Era una mujer estupenda que vivió regiamente bien una vida amplia, completa, dice Leal, hoy conocida como la astróloga
Zulma. Y agrega: Nunca en su vida tuvo un momento de sufrimiento. Ni siquiera el cáncer le produjo dolor.
López Marín fue la gran figura del radioteatro cuando éstos ocupaban el primer lugar de sintonía de las radios. Eran las teleseries de la época, recuerda el productor musical Camilo Fernández.
López Marín brillaba en una compañía que además formaban Guillermo Gana Edwards, Teresa Berríos y Ernesto Urra, entre otros actores.
Su tarea no se limitó a la interpretación, también fue libretista. Viendo escribir a Doroteo Martí (otra gloria del radioteatro), que daba vuelta obras conocidas, se dio cuenta que ella podía hacerlo mejor, dice Zulma. Fue así como
López Marín creó las obras Perdida en las tinieblas, Mi corona de espinas, La cruz del pecado, Encadenada y Marcha nupcial, series de varios capítulos que luego eran adaptadas al teatro por la misma López Marín.
Sus últimos años los vivió tranquilamente junto a Zulma. La regaloneábamos todos, así que vivió feliz hasta el último de sus días, dice la astróloga.