MEXICO.- María Raquenel Portillo, conocida como "Mari Boquitas" y ex corista de la cantante mexicana Gloria Trevi, llegó hoy a México extraditada desde Brasil y según su madre, dirá "la verdad, toda la verdad".
La artista llegó en un vuelo de la aerolínea brasileña Varig procedente de Sao Paulo y en las próximas horas deberá continuar el viaje hacia Chihuahua (norte), donde está demandada por abuso y corrupción de menores.
María Raquenel Jiménez, madre de la ex corista, manifestó a la prensa que durante el viaje su hija se sintió mal, con la presión baja y aquejada por un problema en la columna.
Pero afirmó que "Mari Boquitas" está "preparada espiritualmente" para afrontar las cosas y con la convicción de decir todo lo que sabe en el caso del supuesto abuso sexual y sicológico contra la también ex corista Karina Yapor, quien ingresó al grupo de la Trevi cuando tenía apenas doce años.
María Raquenel Jiménez dijo que durante el vuelo de Brasilia a Sao Paulo, y después a México, su hija tuvo una especialista a su lado, que también estuvo presente en los trámites de entrega de la extraditada, que se efectuaron en la oficina de la Interpol del Aeropuerto Internacional de la capital mexicana.
Las únicas palabras que dijo "Mari Boquitas" las dirigió a un grupo de unas treinta seguidores de Gloria Trevi que se congregaron para darle la bienvenida.
La ex corista, que llevaba más de tres años detenida con fines de extradición, saludó a los espontáneos y agradeció desde una prudente distancia su presencia.
La extradición de Portillo estaba prevista para el 17 de febrero pasado, pero un agudo cuadro de depresión y problemas de esofagitis, tromboflebitis, hipotiroidismo y hepatitis obligaron a las autoridades brasileñas a internarla en un hospital y aplazar su envío a México.
La extradición de Portillo ocurre más de tres meses después de la de Trevi, que se produjo el 21 de diciembre en medio de fuertes medidas de seguridad y una gran expectación pública.
Portillo, Trevi y el promotor de la cantante, Sergio Andrade, fueron arrestados en Río de Janeiro en enero de 2000.
El productor y empresario, la verdadera cabeza del caso, aún confía en evitar su extradición con recursos judiciales que declinaron utilizar sus ex compañeras.
