BERLÍN.— Las tres casas de ópera de esta capital enfrentan un futuro incierto al tiempo que el endeudado gobierno municipal intenta conservar la categoría de Berlín como centro cultural internacional y recorta sus gastos, dijeron el martes gerentes de las instituciones operísticas.
Cada vez más sofocados por una deuda que ha crecido a cerca de 51.000 millones de dólares desde la reunificación alemana en 1990, los funcionarios buscan mantener abiertos los tres teatros rivales de ópera, mientras reducen las subvenciones.
Los funcionarios de la ciudad esperan concluir en junio un plan que les permita equilibrar su presupuesto y dar nuevo respaldo a las casas de ópera.
Si bien es probable que los legisladores locales aprueben el plan, los gerentes de las tres óperas permanecen escépticos y temen que finalmente se vean obligados a fusionarse en una.
"No sabemos exactamente que sucederá", dijo Peter Mussbach, gerente general de la ópera Estatal en una conferencia de prensa.
Recalcando las tensiones surgidas en meses recientes, Daniel Barenboim, director artístico de la Staatsoper desde 1992, atacó la decisión "escandalosa" de recortar los fondos.
Las tres casas de la ópera —las óperas Estatal y Cómica en el antiguo Berlín Oriental, y la ópera Alemana en Berlín Occidental — han coordinado programas para evitar conflictos en las producciones más importantes de las dos próximas temporadas.
"Estamos dispuestos a considerar cualquier opción, y esto vale para mí personalmente también", dijo Barenboim, que nació en Argentina y es ciudadano israelí.
Pero agregó que "ningún plan acerca del futuro de las casas de ópera en Berlín puede perder de vista el concepto de que cada compañía debe que permanecer independiente, en términos artísticos y comerciales".