ROMA.- Una trenza de Bob Marley, cortada por él mismo al final de un concierto en 1980, un año antes de morir, fue vendido por 3.800 euros en un remate de la Christie’s de Londres. Se trata del doble de la base prevista por la Christie’s.
El alto precio se debe a que según el credo rasta está prohibido cortarse el cabello, que representa la devoción por Dios.
Marley en cambio le había regalado la trencita a una fan que lo idotalabra, pero que con el pasar de los años perdió el entusiasmo y decidió cambiar el recuerdo por dinero.