GIJON, ESPAÑA.- El escritor chileno Luis Sepúlveda, director del Salón del Libro Iberoamericano de Gijón, afirmó hoy que esta "fiesta de la palabra" es "el semillero de la literatura contemporánea iberoamericana en Europa".
El Director del evento, que reúne desde hoy y hasta el domingo en esta localidad cantábrica a autores iberoamericanos y editores europeos, destacó que "ahora se firman aquí más contratos editoriales con iberoamericanos que en la feria de Francfort".
"Hemos apostado por convertirnos en el punto de encuentro donde anualmente se toma el pulso a la literatura escrita en español y portugués, algo que agradecen mucho los editores europeos que acuden a Gijón para descubrir a los nuevos y talentosos autores", afirmó.
Este trabajo de difusión editorial y literaria tiene "una gran repercusión en América latina, como vemos por las visitas a nuestra página web o las peticiones de participación que recibimos", destacó el chileno afincado en Gijón.
El escritor recordó también las donaciones que la feria hace a bibliotecas populares en Patagonia y El Chaco (Argentina) o Montevideo, y concluyó que el proyecto surgió hace seis años "como una idea descabellada pero muy necesaria".
La edición que se celebra este año contará con la participación de 45 editoriales y medio centenar de autores de ambos lados del Atlántico, entre escritores, traductores, periodistas y cineastas.
El programa incluye como principal novedad la convocatoria del Premio de Poesía Alonso de Ercilla, al que se han presentado 76 obras, y que se suma al galardón habitual de esta feria, el premio "Las dos orillas".
Además, se celebrarán mesas redondas, conferencias o presentaciones de libros que tendrán como tema central el análisis de las tres décadas transcurridas desde el 11 de septiembre de 1973 y se apostará por la "cultura reivindicativa".
Sepúlveda, que vivió en primera persona los sucesos de septiembre de 1973 en Chile, cree que "lo ocurrido tiene una gran vigencia porque acabó con 150 años de ejemplar convivencia democrática y con una profunda forma de vivir fraterna".
El escritor comparó las crisis provocadas por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y por los hechos del mismo día de 1973 en Chile.
Afirmó que en el país andino se dio paso entonces a "una economía liberal de mercado que ha traído tan nefastas consecuencias para toda América", y reclamó "desde la democracia, la crítica al sistema y a un modelo económico nefasto".