ROMA.- Paul McCartney hizo esta noche un viaje al pasado ante 400 personas que presenciaron un concierto íntimo e inolvidable en el Coliseo romano.
La velada empezó con gran atraso (las pruebas de luces y sonido casi no habían terminado a las 21:00 hora local (19:00 GMT), hora prevista para el comienzo del concierto, pero con el primer número, "I’ve Just Seen a Face", inmediatamente sumergió al público en un clima de años sesenta.
Vestido con jeans y chaqueta roja, el ex Beatle saludó a los presentes con un "Benvenuto al Colosseo" en un no muy correcto italiano.
"Es la primera vez que un conjunto musical toca en el Coliseo desde la época de los romanos" declaró con gran orgullo.
Sir Paul recordó luego su amigo George Harrison con "All Things Must Pass" escrito por el difunto Beatle y que interpretaba por segunda vez después del concierto tributado después de su muerte en 2001.
Tras quejarse de no disponer de la mejor vista sobre el Coliseo, a pesar de la redondez del monumento, McCartney entonó su primera canción como solista tras la disolución de los Beatles, "Everyday", y seguidamente "Here Today" escrita "después de la muerte de mi amigo John Lennon".
Llegado el momento tan esperado de la paréntesis italiana, McCartney cantó primero en la versión original y luego en inglés la tantas veces negada "Volare" de Domenico Modugno. "No es seguro que la cante", había dicho apenas pisado el suelo de Roma.
A partir de ese momento, la velada abandonó el tono triste y melancólico para adquirir un aspecto de típico concierto rock con canciones de los Beatles como "Can’t Buy Me Love", "Let it Be" y "Hey Jude" que Paul invitaba a los presentes a cantar con él en coro y luego separadamente a hombres y mujeres.
La apoteosis llegó con "Yesterday" y "Lady Madonna" y con una desencadenada "I Saw Her Standing There" que hicieron delirar al público que no dejaba de aplaudir.