MADRID.- Ricky Martin llevaba cinco años sin cantar en castellano y una mañana, al levantarse para grabar otro álbum en inglés, se hartó, paró todo y se puso a recopilar el material de "Almas de silencio", su nuevo disco en español, para el que ha contado con Alejandro Sanz, Emilio Estefan y Juanes, entre otros.
"Me siento mejor cantando en español, ese es el verdadero Ricky, porque no tengo que preocuparme por el argot. Es cierto que fui a un colegio bilingúe de monjas y escribo perfectamente en inglés, pero mamé de mi madre el español", explicó a la agencia EFE al hablar de "Almas de silencio", que mañana, lunes, sale a la venta.
Martin, que en los últimos 15 años vendió más de 40 millones de discos, asegura que lo peor de este tiempo es lo "egocéntrico" que se ha vuelto y señala que se siente "ridículo cuando tengo que estar todo el día hablando de mí, de lo que hago, de lo que canto, de lo que como, de lo que bailo. Eso me cansa y no me gusta para nada".
"Pero lo bueno es ese jaleo que sientes en el escenario. Esa sensación al agarrar un micrófono y comprobar que puedo afectar a 25.000 personas y esas 25.000 personas afectadas hacen que esa energía vuelva a mi. Es algo inexplicable", añadió.
El músico puertorriqueño quería volver a cantar en español, porque "necesitaba regresar a los comienzos, a lo que verdaderamente soy, a recuperar el contacto con mi cultura y todo esto viene después de un tiempo de silencio, algo que necesitaba para poner todo en orden".
El ídolo puertorriqueño estaba grabando un disco en inglés, "en total 36 canciones que ya estaban listas, todas compuestas por mí y decidí pararlo porque tenía que hacerlo en español. Todo el mundo se volvió loco y no entendía nada, pero era una decisión muy romántica e idealista, por el simple deseo de acariciar a ese niño que hay en mí".
"Almas del silencio", explica Martin, es un disco "distinto, más relajado, más maduro. Tenía cinco meses para hacerlo, no tenía tiempo para escribir y me dirigí a mis amigos, a Alejandro Sanz, Juanes, Ricardo Arjona, Estéfano, Emilio Estefan, Franco de Vita y les pedí temas".
"A la hora de grabarlos conseguí una interpretación bien pura donde dejé a un lado el ego y me tomé el tiempo para pulir mi espiritualidad y reforzar mis creencias, abrir bien los ojos y ver cuales son mis obsesiones, mis subidas y mis bajadas", asegura el cantante, un consumidor voraz de libros.
El cantante español Alejandro Sanz, que escribió el tema que da nombre al álbum, dice que Ricky está "obsesionado" con su tierra y a él no le "molesta para nada", porque en Puerto Rico creció y aprendió a desarrollar su nivel cultural y musical.
Cree que la música es su "desapego", su "catarsis" y su "psicoanálisis", y gracias a ella ha decidido "crear un estilo de vida más simple y palpable".
Esas "Almas del silencio" de las que habla vienen de India. Después de trabajar con la Fundación Sabera en Calcuta se abrieron sus "horizontes en muchos aspectos, sobre todo al ver el poco valor que tiene una vida humana en determinados lugares y percibiendo como en muchas partes del mundo hay gente que por cuestiones políticas o sociales no pueden hablar y encuentra en el silencio su peor enemigo".
Musicalmente hablando, Ricky Martin confiesa que con este disco, "un álbum para escuchar sentado", "se acabó el latínpop" y cree que ha encontrado un "género nuevo, el fusiónpop, porque vengo de una isla que es pura fusión, yo soy fusión".
"El sonido africano -explica- está muy metido en nuestro folclore, a la vez que la influencia europea siempre estuvo en mi y fue prioritaria en mi crecimiento con los sonidos anglos, y por otro lado el flamenco siempre anduvo muy cerca".
A canciones como "Living la vida loca", "La copa de la vida" o "María" dice deberles todo lo que es, "pero está muy claro que todo eso siempre fue lo mismo y que ahora existe una evolución. Una evolución que se ha convertido en una obsesión y que me ha hecho tomar decisiones convulsivas, pero por eso estoy aquí y no me arrepiento de nada".
Ricky Martin confiesa que "odiaba la música latina, porque no era cool, y escuchaba rock, que era lo que te daba un standing social. Pero me voy de Puerto Rico y me doy cuenta que lo que traía mi gente y me enseñaba mi madre era muy fuerte".
"Ahora -dice- escucho de todo, tengo un ordenador con 1.200 canciones que oigo constantemente. Soy un musicólogo hecho y derecho, porque los grandes músicos no dejan de aprender".
El disco en inglés "es muy diferente, en el juego con la tecnología y la electrónica. Es muy optimista y estará listo en noviembre, para salir de gira el próximo año".