BUENOS AIRES.- El reciente hallazgo de una carta escrita por Jorge luis Borges en 1921 y que contiene un poema inédito de su autoría arroja luz sobre la relación entre el célebre autor argentino, el expresionismo alemán y el ultraísmo español.
El descubrimiento pertenece a la investigadora argentina Lila Bujaldón de Esteves, integrante del Centro de Literatura Comparada de la Universidad Nacional de Cuyo, en la provincia de Mendoza.
El objeto encontrado es una carta que el joven Borges (1899-1986), por entonces casi un total desconocido en el mundo internacional de las letras, envío al poeta expresionista alemán Kurt Heynicke (1891-1985).
Con esta correspondencia, Borges remitió como regalo a Heynicke el poema "Mañana del sur" escrito en español y traducido al alemán, un idioma que el argentino había aprendido en forma autodidacta en Suiza, en la segunda mitad de la década de años diez.
"Fue como encontrar una botella con un mensaje en su interior que por años estuvo perdida en el vasto océano", dijo a la agencia EFE Lila Bujaldón, quien halló la carta en el legado de Heynicke custodiado por el Archivo Alemán de Literatura en las cercanías de Stuttgart.
Antes de llegar a la carta, la investigadora buceó en los archivos de otros poetas expresionistas alemanes con la hipótesis de que Borges, por haber traducido al español varias obras del movimiento, probablemente hubiera mantenido correspondencia con ellos.
"Finalmente, en 1999 encontré la carta a Heynicke, pero después sobrevino todo un trabajo de investigación sobre el significado de su contenido, por lo cual recién presento ahora los resultados a la comunidad científica", explicó Bujaldón, cuyo trabajo acaba de editarse en el boletín de la Academia Argentina de Letras.
En el mensaje, Borges agradece a Heynicke, uno de los máximos referentes del expresionismo. el envío de su libro de poesía "El rostro sin nombre", publicado en 1919.
"La carta nos transmite con inmediatez absoluta la emotividad, el entusiasmo y la espontaneidad de un joven poeta que quiere entrar en comunicación profunda con un autor admirado", afirma Bujaldón.
El joven literato escribió la carta a Heynicke en marzo de 1921 desde el vapor "Reina Victoria Eugenia", que lo conducía desde Barcelona de regreso a Buenos Aires, después de siete años de estadía en Europa.
Borges sentía gran atracción por el expresionismo, movimiento vanguardista nacido en Alemania hacia 1910 y con el cual el escritor argentino entró en contacto en Suiza, país que albergó a varios de escritores alemanes durante la Primera Guerra Mundial.
Bujaldón descubrió que el poema "Mañana del sur" se parece en mucho a otra pieza poética de Borges, "Mañana", escrita en homenaje al poeta español Antonio Cubero y publicada en enero de 1921 en la revista madrileña "Ultra".
"Mañana", explica Bujaldón, es un claro ejemplo del paso de Borges por el ultraísmo español, movimiento literario surgido en 1918 al que el argentino se integró en su paso por España.
En la carta hallada se anunciaba la próxima publicación de "Crucifixión del sol" una colección de poemas de Borges que aparecería integrando un tomo que editaría su amigo Pedro Garfias (1901-1967), un escritor ultraísta.
Desde su título, el poema regalado a Heynicke guarda grandes similitudes con "Mañana" pero el análisis profundo encarado por Bujaldón saca a la luz el sentido de las transformaciones que Borges introdujo en la creación de "Mañana del sur".
"Quizás la variante que representa este poema traducido adelanta en pequeña escala el recuerdo admirativo que Borges guardaría para con el expresionismo, así como el olvido voluntario que hizo del ultraísmo", dice la investigadora.
Los cambios entre uno y otro poema responden a la voluntad del autor de acercarse a las formas del expresionismo, eliminando los condimentos ultraístas, como el tono marcial que suscitan algunas imágenes y comparaciones.
Por ejemplo, el sol ya no despierta militarmente con una diana sino con el canto de un gallo, una figura más a tono con el anhelo pacifista de los expresionistas.
Aunque sabe que es como buscar una aguja en un pajar, Bujaldón no descarta que, perdidas en los rincones de los oscuros archivos, estén otras cartas de Borges a sus admirados expresionistas o a otros intelectuales alemanes con los que mantuvo un diálogo fluido.
"Yo no encontré más nada, pero nunca se sabe", dice la especialista, abriendo la esperanza para que ella u otros investigadores sigan recuperando las piezas perdidas del rompecabezas borgiano.