El actor rechaza cargos de antisemitismo.
LOS ANGELES.- El actor, productor y director Mel Gibson ha respondido a las críticas expresadas contra su última película, "La Pasión", asegurando que su versión de las últimas horas en la vida de Cristo no tiene nada de antisemita.
"La Pasión’ es una película que quiere inspirar, no ofender", declara Gibson en la revista de Hollywood "Variety" en su primera respuesta oficial a las duras críticas que está recibiendo tanto de grupos judíos como católicos.
Los primeros temen que su visión de la crucifixión de Jesucristo vuelva a abrir heridas cerradas hace siglos por el Vaticano mientras que los católicos están preocupados por las posibles herejías contenidas en un guión que dice ser la verdadera versión de lo que le pasó a Jesús.
La película, rodada en Italia y que se estrenará el próximo año, es un sueño personal del actor, producida por su propia compañía, Icon Films, por un valor de 25 millones de dólares y rodada en lenguas muertas como el arameo y el latín.
Dado que el actor desea una distribución sin subtítulos por el momento no está garantizado el estreno comercial de esta cinta protagonizada por Jim Caviezel y en la que también trabaja Mónica Bellucci, ambos dirigidos por Gibson.
"Mi intención llevando esta historia a la pantalla es la de crear una obra de arte duradera que genere un debate serio entre un público de diferentes credos (o de ninguno) con un conocimiento diverso de la trama", aclara en la publicación.
El escándalo saltó a la luz ante la publicación en el periódico "The New York Times" de un artículo que destacaba las visiones religiosas del padre del actor, Hutton Gibson, que se encuentran fuera del catolicismo y que ha expresado sus dudas sobre el Holocausto judío.
El temor de ambos grupos religiosos es que el más joven de los Gibson pueda expresar este mismo tipo de ideas en su película, abriendo así una controversia aún más amplia.
"No odio a nadie, y desde luego no a los judíos", subraya el interprete galardonado con el Oscar al mejor director por "Braveheart".
"El antisemitismo no sólo está en contra de mis creencias personales sino que es contrario al mensaje que presenta mi película", añade.