JERUSALEN.- La inscripción que figura en una antigua urna de piedra, usada para sepultar los restos óseos de un hombre que presuntamente era el hermano de Jesús, Santiago, es una falsificación moderna sin relación alguna con los protagonistas del Nuevo Testamento, dijo el miércoles la Autoridad de Antigüedades de Israel.
El osario, utilizado para enterrar huesos humanos, fue considerado por algunos arqueólogos un descubrimiento extraordinario que podría haber contenido los huesos de Santiago, que según el Evangelio de San Mateo y algunas tradiciones cristianas sería hermano de Jesús de Nazaret.
La Iglesia católica considera a Santiago hermanastro o primo de Jesús. Otros consideraron que la inscripción "Santiago, hijo de José, hermano de Jesús", podría ser falsa, o que el osario podría haber contenido los restos de otro Santiago, sin relación alguna con Jesucristo.
Según el Evangelio de San Mateo, Santiago fue luego jefe de la comunidad cristiana en Jerusalén.
Las autoridades israelíes consideraron el miércoles que son "falsificaciones" la inscripción, así como la "inscripción de Yoash", otra tableta de piedra del mismo periodo.
"Las inscripciones, posiblemente hechas en dos etapa, no son auténticas", dijo la Autoridad de Antigüedades en una declaración.
La inscripción de Santiago cortó la patina que cubre la piedra caliza con la que fue elaborada la antigua urna, dijeron los especialistas, prueba de que el texto no es antiguo.
"La inscripción parece ser nueva, escrita en tiempos modernos por alguien que intentó reproducir caracteres escritos antiguos", agregó la nota de la Autoridad de Antigüedades.
Los funcionarios llegaron a sus conclusiones tras detallados exámenes por parte de varias comisiones de especialistas, dijo la autoridad.
El anticuario israelí Oded Golan, dueño de la urna mortuoria, insistió el miércoles que la inscripción es auténtica y rechazó las conclusiones de los especialistas.
"Estoy seguro de que la conclusión de la comisión es errónea", insistió Golan.
Indicó además que la inscripción de Yoash, con la que también está relacionado, es auténtica.
Golan dijo anteriormente que tuvo problemas con la comisión, a la que acusó de tener "prejuicios" sobre el tema.
La Autoridad de Antigüedades y la policía de Jerusalén iniciaron investigaciones separadas sobre ambos artefactos después que los pusiera a la venta Golan.
La inscripción de Yoash es una tabla de piedra, del tamaño de una caja de zapatos, en la que hay 15 renglones en hebreo con las instrucciones para preservar el templo judío en Jerusalén.
La inscripción causó revuelo en el mundo de la arqueología. Algunos expertos ubicaron el origen de la pieza en el siglo IX antes de Cristo y la consideraron una rara confirmación de la narrativa bíblica.
Sin embargo, el profesor de lenguaje bíblico Avigdor Horowitz, que integró una de las comisiones investigadoras, dijo que ninguna de las inscripciones en la tabla de Yoash está libre de errores lingüísticos.
"La persona que escribió la inscripción era una persona que pensaba en hebreo moderno", dijo en una conferencia de prensa en Jerusalén. "Una persona que pensara en hebreo bíblico la consideraría ridícula".
En noviembre, fue revelada la existencia del osario, durante una conferencia de la publicación "Biblical Archaeology Review" en Washington. El editor de la revista, Hershel Shanks, dijo entonces que el propietario insistió en no ser identificado.
El director de la Autoridad de Antigüedades, Shuka Dorfman, dijo que las conclusiones de los especialistas son unánimes e inequívocas.
El osario en sí no fue examinado, indicó, porque su autenticidad como urna antigua no está en duda. La práctica de volver a enterrar los restos óseos entre los judíos concluyó hacia el año 70 DC.
"La caja es original, seguramente tenemos en nuestro almacén centenares de osarios iguales o similares. La inscripción es falsa", agregó.