NUEVA YORK.- Las luces de Broadway se apagaron anoche momentáneamente para rendir un último homenaje del mundo del espectáculo a Katharine Hepburn, la actriz fallecida el pasado domingo a los 96 años.
Sin ser unánime, ya que algunos teatros mantuvieron sus carteles encendidos, el gesto fue seguido por una mayoría de salas y conmovió a transeúntes y espectadores que se dirigían en ese momento a ver algunas de las obras en cartelera.
Entre ellas figura "Tea at Five", la obra sobre Katherine Hepburn que interpreta Kate Mulgrew en el Promenade Theater, situado un poco más al norte de la zona donde se concentran buena parte de los teatros neoyorquinos.
El silencio luminoso en Broadway, anunciado con antelación, se unía a gestos espontáneos de neoyorquinos que, desde que se conoció la noticia de la muerte de Hepburn, acudieron a las inmediaciones de la casa de la que era propietaria, en la parte noreste de Manhattan.
Allí depositaron flores, fotografías y notas de admiración y agradecimiento por haber ofrecido lo mejor de sí misma como persona y actriz.
Lo mismo ocurrió en el camino que conduce a la que fue su última residencia en Old Saybrook, en Connecticut, donde falleció, y en el Camino de la Fama de Hollywood.
Sus admiradores eran muchos y anoche no faltaron quienes se detuvieron en las aceras de Broadway al apagarse las luces cuando en muchos teatros estaba a punto de comenzar la función.
Los comentarios eran de elogio a la mujer que interpretó más de 50 películas y ganó cuatro Oscar como mejor actriz.
A la pregunta de cuál de ellas era la favorita, la respuesta más frecuente era "La reina de Africa", que interpretó junto a Humphrey Bogard.
Su última aparición cinematográfica fue en "This can’t be love", en 1994 y, pese a haber transcurrido casi diez años, para muchos admiradores parece que fue ayer.