LONDRES/ROMA.- La lasaña no es un plato italiano sino que es tan británica como el roast beef. Esta afirmación cayó como una bomba en el sur de Europa, pero un grupo de expertos británicos asegura tener pruebas.
Los investigadores se basan en un libro de recetas confeccionado para el Rey Ricardo II en 1390. En él se encuentra una receta para preparar "loseyn". Y no sólo la denominación coincide, sino también los ingredientes: se trata de "pasta plana con salsa de queso".
La historia es la siguiente: Los expertos estaban organizando un festival medieval con comida incluída en Berkeley Castle, Gloucestershire. Para ello, investigaron en el Museo Británico, donde se toparon la receta.
Los tomates, imprescindibles en una bueña lasaña, no aparecen en las instrucciones. La causa, según la investigación, es que los tomates aparecieron en la cocina inglesa 200 años después de la redacción de la receta.
Maurice Bacon, uno de los organizadores del festival, insistió en conversación con el diario "The Daily Mirror": "Esta es la receta original de la lasaña". Sin embargo, admitió: "Sólo pocas personas saben que la lasaña fue inventada en Inglaterra".
Según explicó, la llegada de las patatas a la isla hizo que la costumbre de consumir pasta se perdiera.
Los italianos reaccionaron indignados a la información. "No importa cómo se llamara ese plato antiguo, no era lasaña como la preparamos nosotros", trascendió de la embajada italiana en Londres. "¿La lasaña inglesa? De ninguna manera".
Antonio Carluccio, propietario y cocinero de un restaurante italiano en la capital británica, comentó con mayor tolerancia: "Suena un poco tirado de los pelos llamarle lasaña a eso, pero yo no tendría problemas en prepararlo".
Claro que también los italianos tienen sus pruebas sobre el origen de la lasaña. Una y otra vez insisten en que la primera receta escrita de la lasaña se encuentra en un manuscrito anónimo del siglo XIV.
A más tardar en 1370, la lasaña se comenzó a preparar como se hace actualmente: en varias capas. La prueba: Un tal Marchione di Coppo Stefani, que debía contar los muertos por la peste en Florencia, dijo entonces: "Los muertos se acumulan en las tumbas como la lasaña".
El cocinero estrella alemán Heinz Beck se tomó la polémica con tranquilidad. Según dijo, no tiene ni idea de dónde proviene la lasaña. "Pero una cosa es cierta: Nadie la prepara tan bien como los italianos".