Miles de cubanos en el exilio visitaron la urna de la reina de la Salsa en Miami.
MIAMI.— No importó el intenso calor veraniego ni el sol que parecía partir el asfalto. El día de la despedida final llegó y una multitud de exiliados cubanos acudió este sábado a darle el último adiós a la reina de la salsa, Celia Cruz, un emblema de la música y de la lucha anticastrista.
La cantante cubana falleció el miércoles recién pasado en su vivienda de Nueva Jersey. Tenía 78 años y padecía de cáncer cerebral.
Aunque nunca vivió en Miami, consideraba a esta ciudad como su segundo hogar y es por ello pidió ser velada aquí, en donde las autoridades esperan que más de 50.000 personas acudan a despedirla.
Desde las primeras horas del sábado, miles de exiliados cubanos y fanáticos hicieron largas filas y acudieron a ver el cuerpo de Cruz a la Torre de la Libertad, un edificio simbólico para los exiliados cubanos. Allí, entre 1960 y 1970, funcionaba un centro de refugiados al que acudían miles de inmigrantes que huían de la isla hacia Estados Unidos en busca de la libertad.
"Gracias por tu talento (...), gracias por enseñarnos que siendo la más grande fuiste la más sencilla (...), gracias por siempre mantener a Cuba cerca de nuestros corazones (...), siempre estarás en nuestro corazón con tu azúcar y tu sabor", expresó el empresario artístico Emilio Estefan, uno de los organizadores del velorio y homenajes a la intérprete de "Carnaval" y "Que le den candela", en Miami.
En el vestíbulo de la torre, los visitantes firmaban con sus nombres un libro y escribían mensajes para la familia de Cruz, mientras algunas compañías funerarias repartían estampitas con la figura de la cantante.
Por la noche, el cuerpo de la reina del "azúcar" será acompañado por sus seguidores en una procesión de unas cinco cuadras, hasta llegar a la iglesia del Gesu, en donde el obispo auxiliar de Miami, monseñor Agustín Román, y otros sacerdotes oficiarán una misa para recordarla.
La iglesia, ubicada en el corazón del centro de la capital del exilio cubano, tiene capacidad para unas 800 personas. Primero entrarán los familiares y amigos, entre ellos Gloria y Emilio Estefan, los cantantes Willy Chirino y Carlos Vives, y la conductora de televisión Cristina Saralegui.
Para los que no puedan ingresar a la iglesia, habrá parlantes en las calles que les permitirán escuchar la ceremonia religiosa.
Cruz, ganadora en el 2002 del Grammy Latino al mejor álbum de salsa por "La negra tiene tumbao" y un premio Grammy en el 2003 en el mismo rubro del género latino, llegó a Estados Unidos en la década de 1960.
Cuando murieron sus padres, el gobierno de Fidel Castro no le permitió ingresar a Cuba y ella se comprometió más que antes con la causa anticastrista y manifestaba en voz alta su deseo de ver libre a la isla.
El cuerpo de la legendaria intérprete llegó a Miami en avión el viernes en la noche, acompañado por su marido Pedro Knight y otros familiares y amigos. Tras el sepelio en Miami, regresará a Nueva York, en donde también será velado y luego sepultado, el martes próximo.
"Celia descansa en libertad", según el titular de primer plana de un suplemento especial de 32 páginas destinado por el diario El Nuevo Herald a despedir a la cantante.
"Los cubanos que vivíamos fuera de la isla, más que otro pueblo en el mundo la sabíamos nuestra, porque Celia exudaba cubanía aunque estuvo fuera de su suelo 40 años", dijo Gloria Leal, directora asociada del periódico en una columna titulada "Un ejemplo vivo hasta el último día".