El director Enrique Ricci.
SANTIAGO.- La Orquesta Sinfónica de Chile continúa los festejos del bicentenario del natalicio de Hector Berlioz (1803 – 1869), con un programa encabezado por el director hispano-argentino Enrique Ricci. El séptimo programa de la Temporada 2003 de la agrupación musical incluirá la sinfonía para viola y orquesta “Haroldo en Italia” del homenajeado compositor francés.
Los conciertos se realizarán en el Teatro Universidad de Chile este viernes 15 y sábado 16 de agosto, a las 19.30 horas.
“Haroldo en Italia”, creada por especial encargo del Niccolò Paganini, quien también quiso lucir sus habilidades con la viola, contará con la participación solista búlgara Boyka Gotcheva.
El poema sinfónico “Los Preludios” de Franz Liszt (1811 – 1886) y “Fiestas Romanas” de Ottorino Respighi (1879 – 1936), completarán el programa del concierto.
Después del éxito de público y crítica obtenido el año pasado en su debut con la Sinfónica de Chile, el maestro español de origen argentino Enrique Ricci vuelve al Teatro Universidad de Chile, esta vez para dirigir dos de los conciertos de la Temporada Internacional de la agrupación orquestal.
Nacido en Buenos Aires y nacionalizado español, el director realiza en la actualidad una intensa actividad en escenarios de Nueva York, Los Angeles, Miami, Montreal, Londres, Alemania, Suecia, Holanda, Austria y Polonia, entre otros y ha dirigido la Sinfónica Nacional de Washigton, entre otros importantes conjuntos.
También Latinoamérica ha estado en su itinerario, con presentaciones en México, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Chile y Argentina; donde actuó en numerosas temporadas con la orquesta estable del Teatro Colón, con la Filarmónica de Buenos Aires y la Sinfónica Nacional.
Solista en viola de la Sinfónica de Chile, Boyka Gotcheva nació en Bulgaria. Realizó sus estudios en la Escuela de Música de Burgas y en la Academia Estatal de Sofía. Fue becada para perfeccionarse en la Escuela Superior de Música de Friburgo, Alemania y participó en los cursos de viola de los maestros Tomas Tichauer, Argentina; Marco Lavigne, Brasil; y la Academia Filarmónica Trentina Italia, con Danilo Rossi.
Recibió numerosas distinciones por su actuación como solista y en conjuntos de música de cámara, destacándose el premio recibido en el Concurso Federal de Música de Cámara, Buenos Aires, Argentina.
Desarrolló una intensa labor pedagógica en la Escuela de Música de Sliven (Bulgaria), en el Instituto de Música de la provincia de San Luis y en el Bachillerato Artístico “Niños Cantores de Mendoza”, Argentina. En calidad de Primera Viola, integró las orquestas más importantes de su país; en Argentina fue miembro estable de la Orquesta Provincial de San Luis, de la Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Filarmónica de Mendoza.
Programa
Definida como obra muy especial, “Haroldo en Italia” no es realmente un concierto ni tampoco una sinfonía, pero tiene aspectos de ambos. La orquestación, como siempre ocurre en Berlioz, es extraordinariamente imaginativa, colorida y excitante. La obra fue iniciada a comienzos de 1834 y se terminó el 22 de junio de mismo año. Fue estrenada el 23 de noviembre de 1834 por Chrétien Urban en el Conservatorio de París.
“Haroldo en Italia” debe su origen al gran virtuoso del violín, Niccolò Paganini. Las dotes increíbles de Paganini y su estilo de ejecución tuvieron influencia sobre pianistas, compositores y violinistas. Paganini además de violinista, fue un logrado compositor, violista y -como Berlioz- guitarrista.
Cuando en 1833 adquirió una viola Stradivarius, estaba ansioso por exhibir su sonido maravilloso en los conciertos. Sin embargo, había un problema, no existía música de suficiente virtuosismo escrita para ese instrumento. Cuando Paganini oyó una ejecución de la brillante primera sinfonía de Berlioz, la “Sinfonía Fantástica”, de inmediato se le ocurrió la respuesta: conseguiría que Berlioz compusiera para él un concierto para viola, dando vida a esta obra.
En “Fiestas Romanas”, Respighi muestra cuánta influencia ejerció sobre él su profesor de composición, Nicolai Rimsky-Korsakov, reconocido genio en el terreno de la orquestación. En su búsqueda de novedosos efectos tímbricos que contribuyan a sugerir imágenes al oyente, Respighi nos muestra como un fiel seguidor de los principios estéticos del impresionismo musical y su principal representante, Claude Debussy. Escribió siete óperas, algunas obras de cámara y también algunas piezas orquestales de tipo descriptivo o “característico”, entre las que se cuenta “Fiestas Romanas”.
Dentro de los trabajos compuestos por Franz Liszt para este género orquestal, el poema sinfónico “Los Preludios” es el que goza de mayor popularidad. Terminado en 1851, aunque ya esbozado ocho años antes, fue estrenado en el Teatro de la Corte de Weimar el 23 de febrero de 1854, siendo dirigido por el propio compositor. Franz Liszt usó por primera vez el término “poema sinfónico” en el año 1850 aproximadamente. Compuso trece obras de esta clase. La más conocida es “Los Preludios”, basada en los temas de su famoso yerno Richard Wagner.
Entradas en venta desde $2.000 en boletería del Teatro Universidad de Chile, Providencia 043, metro Baquedano. Fono: 6345295.
