SAN SEBASTIÁN.- Estuvo a punto de llevarse el premio al mejor actor en Cannes por "Mystic River", en Venecia alzó la Copa Volpi al mejor intérprete por "21 gramos" y hoy el actor norteamericano Sean Penn recoge de manos de su compatriota, el artista Julian Schnabel, el premio Donostia a su trayectoria, en el Festival de Cine de San Sebastián.
Penn, que participó en la película colectiva "11’09’’01-September 11", en la que diversos directores expusieron cómo vieron los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre, explica: "Yo nunca reaccioné al 11 de septiembre específicamente. Estoy seguro de que soy más patriota, auténticamente hablando, que el actual Presidente que tenemos. Cuando ocurrió esto no respondí con la tristeza de un ’estadounidense’, sino de una persona. Sentí y pensé en la pérdida que muchas personas habían experimentado".
El actor más joven de los que han recogido el premio Donostia defendió que los actores puedan expresar sus opiniones políticas sin ningún tipo de presión o condicionamiento. "Yo no creo que deberíamos ser sólo actores, somos seres humanos que tenemos cerebro y una voz", afirmó.
Nacido en 1960 en California, Penn ha destacado por ser un inconformista, un luchador que ha procurado ser consecuente con sus ideas. Y aunque ha amenazado con retirarse de la actuación para dedicarse a dirigir o a escribir, se deja convencer por directores que tienen una voz propia. Ese el el caso de Clint Eastwood en "Mystic River" o el del mexicano Alejandro González Iñárritu en "21 gramos", película con la que ha obtenido la Copa Volpi.
El protagonista de "Pena de muerte" relató que a González Iñárritu se lo presentaron Julian Schnabel y Javier Bardem (director y protagonista de "Antes que anochezca", respectivamente) y que después de ver la película "Amores perros", él mismo llamó al realizador mexicano para "ofrecerle mis servicios".
Pero ése no ha sido su único contacto con la cinematografía mexicana. Ahora acaba de rodar "El asesinato de Richard Nixon", una película en la que participa el productor mexicano Jorge Vergara ("Y tu mamá también").
"Tendrías que estar dormido para no prestar atención a lo que está ocurriendo al sur de la frontera estadounidense últimamente, con todos estos grandes realizadores que existen y, en nuestro caso, un excelente productor. Yo me siento muy afortunado de, utilizando la terminología surfera, haber pillado la ola", dijo.
Penn también se ha puesto detrás de la cámara en tres ocasiones, aunque en las dos últimas ("The Crossing Gard" y "The Pledge"), pese a haber contado con Jack Nicholson como protagonista, no ha obtenido demasiado reconocimiento en su país.
El cineasta comentó asimismo la alergia que siente hacia la ceremonia de entrega de los codiciados Oscar que concede la Academia de Hollywood. "Los premios de la Academia específicamente lo que hacen es que durante seis meses te analizan en cuanto a tus sentimientos sobre el Oscar y, lo más importante, qué es lo que vas a llevar puesto. En resumidas cuentas socialmente es casi imposible y muy incómodo participar en los Oscar".
Elogió sin embargo el Festival de San Sebastián, el más pequeño de los cuatro grandes festivales (Cannes, Venecia, Berlín) y destacó que es un lugar donde el lugar el cine es el protagonista. "Desde mi punto de vista, la ceremonia de esta noche (en la que se le entrega oficialmente el premio), sólo dura 30 minutos", agregó aliviado y esbozando una de las pocas sonrisas de toda la rueda de prensa.
Después de la actriz francesa Isabelle Huppert, Penn es el segundo de los tres Premiso Donostia de la 51 edición del festival. El próximo viernes le tocará el turno al actor Robert Duvall, quien ya se encuentra en San Sebastián.
