EMOLTV

“Crecer Cantando” gana medalla patrocinada por la Unesco

El proyecto formativo, que el próximo año cumple veinte años de existencia, ha beneficiado a más de 170 mil escolares y ha capacitado a casi mil directores de coros escolares. La Medalla de la Música mención "Educación Musical y Gestión" es otorgada por el Consejo Chileno de la Música

30 de Septiembre de 2003 | 12:11 | El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Cuando en 1984 nació con mucha ilusión el programa “Crecer Cantando”, pocos sospecharon los alcances que con los años tendría este proyecto. Las ambiciones que motivaron entonces a un grupo de profesionales a sacar adelante esta idea, eran impulsar en los escolares el contacto, el conocimiento y la afición por la buena música como parte de su formación integral. Se escogió la actividad coral por ser de fácil y económica implementación teniendo en cuenta los beneficios pedagógicos, sociales, estéticos y espirituales que surgen de cantar en un grupo. Desde entonces a la fecha, han vivido la experiencia de crecer cantando más de 160 mil escolares, principalmente de la Región Metropolitana y alrededores, y se han capacitado al menos a 850 directores de coros escolares cuyo perfeccionamiento ha estado estrechamente ligado a los cursos y monitorias que regularmente ha impartido “Crecer Cantando”.

El año pasado, después de tener una clara visión de la problemática del coro escolar y de las carencias en la formación musical de los directores, “Crecer Cantando” puso a disposición de la comunidad nacional la experiencia docente acumulada en los años de trabajo ininterrumpido y sacó adelante el proyecto “Crecer Cantando en Regiones”. Este ya contribuye de manera concreta a la descentralización cultural del país y fomenta la participación activa de agentes de esas regiones en este proceso, como otras empresas, colegios y municipalidades. La experiencia acumulada por el equipo de “Crecer Cantando” permite respaldar un crecimiento de esta magnitud gracias a que hoy es la organización de mayor experiencia y conocimiento de la actividad coral a nivel escolar en el país.

Estos importantes logros alcanzados con el trabajo serio y constante a través del tiempo, son los que han sustentado la decisión de otorgarle a este proyecto la Medalla de la Música mención Educación Musical y Gestión, distinción otorgada anualmente por el Consejo Chileno de la Música, corporación que agrupa a las principales instituciones musicales del país y que está afiliada al Consejo Internacional de la Música (CIM) de la UNESCO. Esta entidad es una organización conformada por treinta grandes asociaciones internacionales de música y más de 70 comités nacionales repartidos en países de los 5 continentes.

También recibirán la medalla este año el grupo Inti Illimani (Música Popular); Gabriel Brncic Isaza (Composición Docta); Luis Merino Montero (Investigación) y Mirta Bustamante Márquez, Directora de Coros de la VII Región (Valor Regional). Los premiados serán presentados por la señora Clara Luz Cárdenas, actual Presidenta Nacional del Consejo Chileno de la Música y Directora del Departamento de Música y Sonología de la Universidad de Chile.

Las Medallas, que fueron instituidas por el Consejo Chileno de la Música en 1998, han distinguido a personas y agrupaciones en distintos ámbitos de la actividad musical nacional. Personalidades tan relevantes como Arnaldo Tapia Caballero, el violinista Stefan Tertz, los folcloristas e investigadores Santos Rubio, Raquel Barros, los compositores Fernando García, Cirilo Vila, Sylvia Soublette y los músicos populares Eduardo Gatti, Valentín Trujillo, Vicente Bianchi, Grupo Congreso, entre otros, han recibido sendas medallas de reconocimiento a su labor en pro de la música nacional.

“Una persona que ha cantado en un coro y que ha puesto su capacidad artística al servicio de la música y el arte, es una persona distinta, más integrada y solidaria, con una sensibilidad más desarrollada que influye positivamente en su forma de relacionarse con el mundo”, explica Wendy Raby, directora del proyecto y agrega “se ha generado espontáneamente, después de diecinueve años, una cadena en la que la experiencia de la música no sólo beneficia al niño o al profesor, sino también a las familias de éstos, la escuela y la comunidad en la que viven. Por ejemplo, al entrar al coro, el niño deja de ser un consumidor de belleza para transformarse en un generador de ella. Eso “contamina” a los padres que empiezan a sentir esta belleza a través de su hijo. Sucede lo mismo con sus compañeros de colegio, con sus vecinos en la comuna. El coro es un instrumento musical solidario por excelencia, en el sentido de que solo, eres nada, y con tus compañeros, eres todo”.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?