SANTIAGO.- La obra de Tina Modotti, la reputada fotógrafa italiana que captó con su lente célebres imágenes del convulsionado México de los años 20 y 30, se ha instalado hoy en el Museo de Bellas Artes de Santiago.
La muestra "Una pasión mexicana", compuesta por 70 instantáneas que esta artista (1896-1942) tomó de diversas localidades de ese país, es la primera que se realiza de su trabajo en Chile.
La fotógrafa de profundo compromiso político vivió en México entre 1923 y 1930, donde produjo imágenes que han ejercido una gran influencia en la historia de la fotografía del siglo XX y dan cuenta de una marcada preocupación por el hombre y sus problemas sociales.
Esta preocupación se ve reflejada en fotografías como "Trabajadores" (1926), "Bandolera, choclo y guitarra" (1927), "Sombrero mexicano con la hoz y el martillo" (1927), "Pobreza y elegancia" (1928) y "Madre e hijo" (1929).
En la exposición también se puede apreciar la famosa "Rosas", una delicada naturaleza muerta captada por la italiana en 1925.
Tina Modotti entró en contacto con su arte gracias al fotógrafo Edward Weston, con quien se instaló en México en 1923, tras enviudar en Estados Unidos de su primer marido, un pintor y poeta canadiense, y participar brevemente, a partir de 1920, en el nacimiento del cine en Hollywood, donde trabajó como actriz en tres películas.
Junto al estadounidense Weston, la fotógrafa encontró su propio estilo y desplegó su extremada sensibilidad en imágenes muy personales, de gran belleza formal, pero impregnadas también de un cada vez más profundo compromiso político, que le llevó a ser expulsada del país en 1930.
Amiga de Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Jean Charlot y Vladimir Maiakovski, Modotti conoció la efervescencia del movimiento muralista, comenzó a exponer y se hizo un nombre como fotógrafa, pese a que siempre dudó de su capacidad artística.
De regreso a Europa, se instaló en Moscú, donde trabajó en la organización de asistencia a los militantes perseguidos Socorro Rojo, con la que viajó a París en 1933.
En julio de 1936, la fotógrafa, que cultivó una estrecha amistad con el poeta chileno Pablo Neruda, se puso al servicio de los republicanos españoles, y se ocupó de problemas sanitarios y de asistencia.
Al término de la Guerra Civil, Modotti volvió a EEUU y luego a México, donde murió en 1942, víctima de una crisis cardíaca que puso fin a una vida "fuera de lo común", "ardiente y desordenada", que no le impidió crear una obra fotográfica que ha perdurado en el tiempo y que desde hoy y hasta el 9 de noviembre se puede ver en Chile.