Daniel Quiroga
15/9/1998
En el Círculo Español se ofreció un programa excepcional a cargo del Estudio MusicAntigua de la Universidad Católica. Se ejecutaron “Cantigas y romances hispanos medievales y renacentistas” para voces e instrumentos. El muy afiatado conjunto, integrado por Gina Allende, directora artística (viola y vihuela), Magdalena Amenábar (soprano y castañuelas), Gonzalo Cuadra (tenor), Nelson Contreras (tenor, viola, rabel, percusión), María Eugenia Villegas (arpa gótica) y Sergio Candia (flauta dulce y percusión), desarrolló en la primera parte un grupo de las Cantigas de Santa María, de Alfonso X “El Sabio”. Los bellos cantos de Homenaje y de relatos de Milagro unían las disciplinadas voces a la seguridad musical del apoyo instrumental.
La sonoridad del idioma antiguo enriquecía el tañido de las cuerdas, y la admirable técnica vocal de la soprano sobresalía en la entrega de los textos medievales en una emisión de seguridad instrumental.
La segunda parte del programa, dedicada al Renacimiento, trajo una hermosa selección de los Cancioneros de Palacio y Upsala, como también de tradicionales romances sefaradíes del siglo XIV. Era una fiesta para el oído recibir, con impactante limpidez y transmisión emotiva la reconstitución del ambiente sonoro, en el juego vocal e instrumental, cuya autenticidad ha seguido fielmente los recursos de la época. Por su parte, la directora del conjunto, Gina Allende, agregaba alguna indicación sobre la época y circunstancias de los números ejecutados. Con precisión lograda sólo con las miradas, las voces se alternaban o combinaban en su entrega de gracia y musicalidad. Fue una tarde de emotivo encuentro con las raíces hispanas, que se escuchan con atracción innegable.
En el Goethe Institut, el Ensemble Bartok presentó otra de las iniciativas que promueve su infatigable directora, la clarinetista Valene Georges. Esta vez fue un grupo de obras de autores nacionales, en los que la autorizada interpretación de Carmen Luisa Letelier (obras dedicadas al Ensamble) hizo oír composiciones de Advis, Lemann, Heinlein y Nino García. El amable “Rin” de Advis (1955), y el dramático “Maestranzas de Noche” (1987), con texto de Neruda, del recordado Juan Lemann, precedieron al estreno de “Nocturnos” (1988), la más reciente producción de Federico Heinlein, Premio Nacional de Arte. Un lenguaje más sombrío, acorde a los versos de Arteche, surge de esta realización, quizás algo distante del optimismo del común de sus obras para canto, pero no menos convincente en su directo lenguaje expresivo. El “Autorretrato” de Nino García (1994) fue también una fuerte presencia del dotado músico nacional.
En la segunda parte, se ofreció una prueba ciclópea diríamosde “La historia del soldado”, de Igor Stravinsky. Sin reparos tratándose de un director que comienza, Pedro Sierra condujo a los instrumentistas del Ensamble en una realización que merece aplauso. Tanto él como el grupo instrumental, aumentado con los “amigos” Donatucci, Alvarez, Durán, Cerda y Vivanco, revivieron el impulso del inagotable Stravinsky en su desafiante juego de ritmos, la crudeza de sus pasajes jazzísticos y el ánimo festivo que lo impregna. Todo el equipo ganó con justicia el aplauso entusiasta de la concurrencia.
Daniel Quiroga.
