SANTIAGO.- La película chilena Sub-Terra, del director Marcelo Ferrari, congregó a 6.260 espectadores en su primer día de exhibición en todo el país, derrotando a Bad Boys II, el estreno de Hollywood más potente de la semana, que sólo llevó 1.655 espectadores, informó PWI, la empresa distribuidora.
"Este éxito de público ha superado todas nuestras expectativas, sobre todo si se considera que comenzamos tarde con la campaña y que en esta época del año la gente ya está interesada en otras cosas y no precisamente el cine", dijo el ejecutivo René Naranjo, de PWI.
El estreno de Sub-Terra en las 28 salas de exhibición de Iquique a Puerto Montt, le significa ser la segunda película chilena más vista de este año, tras el éxito logrado por la taquillera "Sexo con Amor", de Boris Quercia, que en su primer día llevó 6.827 personas en los 27 cines en que se estrenó.
Sin embargo, la película épica chilena, basada en los cuentos del escritor Baldomero Lillo y realizada a un costo de 1,2 millones de dólares, pasó a ser en regiones la cinta más exitosa del cine chileno con 2.632 personas contra 2.391 que marcó la comedia de Quercia.
Su éxito en regiones se debe a su temática que sacude al mundo provinciano, rural y minero, pues narra la epopeya humana que rodeó la explotación del carbón en Chile, en Lota a fines del siglo XIX.
El mismo día del estreno de Sub-Terra, su realizador Marcelo Ferrari viajó a Francia para presentar el largometraje en el Festival de Biarritz.
"Nuestro éxito en Francia depende en gran medida de la acogida de público que tenga la película en Chile durante su primer fin de semana", sostuvo horas antes de partir a Europa.
Ferrari manifestó que la cinta puede postular con éxito en los premios Goya y Oscar del próximo año, debido a "lo bien perfilada que se ve la película para representar a Chile en el extranjero".
Protagonizada por Consuelo Hopzafel, Francisco Reyes, Héctor Noguera y la española Paulina Gálvez, Sub-Terra muestra la miserable y penosa situación de los obreros del carbón a través de varias historias unidas por Fernando, un minero luchador de gran conciencia de clase, representado por Reyes.
En la contraparte está la familia del acaudalado Luis Cousiño, dueño de las minas de carbón de Lota, cuya aristócrata ahijada (Paulina Gálvez) se enamora de Fernando que trata de reivindicar en el amor sus afanes de justicia social.