AUBURN HILLS, EE.UU.- El legendario dúo estadounidense Simon & Garfunkel comenzó este sábado en Michigan su gira por 36 ciudades, titulada “Old Friends” (viejos amigos), ante una multitud de 30.000 fanáticos de todas las generaciones.
A la hora del atardecer en el Palacio del Aurburn Hills arena, a 60 kilómetros de Detroit, Michigan (Norte de EEUU), adolescentes junto a sus padres acampaban en sus camionetas todoterreno. Un bebé de cuatro semanas dormía en el hombro de su madre.
En las localidades más baratas, una mujer de 20 y pico de años ubicaba a sus familiares de tres generaciones distintas en sus asientos. “¡Mamá! ¡Aquí! ¡Abuela! ¡Papá!”.
Inspirados por los Everly Brothers y la lírica social de Bob Dylan y Pete Seeger, Simon & Garfunkel produjeron entre 1964 y 1970 canciones que ayudaron a definir a una generación.
Diferencias personales llevaron a una amarga separación en 1970, después de la cual ambos siguieron adelante con sus carreras como solistas y volvieron a juntarse sólo de manera excepcional, como durante el concierto en el Central Park de Nueva York en 1981.
La reunión del dúo en la ceremonia de entrega de los Grammy en febrero -cuando recibieron un premio a su trayectoria- revivió una relación que había producido algunas de las tonadas más perdurables de los años 60.
Sus seguidores de toda la vida y algunos de la nueva generación estuvieron presentes para escuchar algunas de aquellas canciones en vivo, bajo la promesa del dúo de mantenerse fieles a sus raíces y presentarlas con los viejos sistemas acústicos.
Andy Kelleher, de 42 años, viajó seis horas desde el centro de Illinois para estar presente en el espectáculo del sábado. “No es exactamente Woodstock, pero es la banda sonora de mi vida”, decía entusiasmado el electricista.
“Es como los Beatles”, dijo Dominic Astorino, de 51 años, “Los jóvenes no saben necesariamente quienes son o por qué fueron culturalmente importantes, pero aman su música”. Su sobrino de 23 años asentía.
El espectáculo comenzó con un video que pegaba imágenes del par y acontecimientos que marcaron a Estados Unidos en los últimos 50 años, desde que ambos amigos de la infancia se conocieron en 1953.
Los dos aparecieron hacia el final de la imágenes. Paul Simon con una guitarra colgada del hombro, vestido con un saco y una camiseta. Art Garfunkel vestido completamente de negro, con su pelo tan enrulado como siempre y su voz de tenor en su mejor forma.
“Estamos felices de estar juntos”, exclamó Garfunkel, “y estamos emocionados de estar aquí”.
No perdieron tiempo y lanzaron en seguida algunas de sus canciones más tradicionales, con “I am a Rock” o “America”.
Garfunkel realizó una conmovedora introducción a una de las primeras canciones del par, “Kathy´s Song”.
“Me gustaría llevarlos a los comienzos de los 60, si alguno de ustedes nació entonces”, se rió el músico de 63 años.
“Eramos ambos estudiantes universitarios pobres, y viajábamos a Europa en los vuelos baratos -si alguien se acuerda de Air Luxembourg- y trabajábamos como músicos en la calle en Leicester Square en Londres y en Saint Michele en Paris”, dijo.
“Y nuestra amiga Kathy recogía el dinero y nos avisaba si venían policías”, siguió.
Los Everly Brothers aparecieron como invitados durante el espectáculo, y luego Simon & Garfunkel concluyeron el show con una seguidilla de sus canciones más famosas como “Scarborough Fair,” “Mrs Robinson,” “Sound of Silence,” y “Homeward Bound.”
A la salida del concierto, Tom Noone, de 51 años reconoció haberse emocionado durante el espectáculo. “Sí, lloré durante ’America”, dijo de mala gana.
“Desde el concierto en Central Park justo antes de que yo naciera, esta era mi única oportunidad para verlos”, dijo Caitlin Woods, de 23 años. “Es poesía. Por eso es eterno”.