MADRID.- Con 77 álbumes publicados, de los que ha vendido 250 millones de copias, Julio Iglesias dice sentirse "mejor que nunca" y al hablar de su nuevo álbum, "Divorcio", reconoce que "hace 30 años, no hubiera ganado en 'Operación Triunfo', porque tenía instinto para cantar, pero no era un cantante natural".
Para Iglesias, "todas las operaciones triunfo son importantísimas porque dan oportunidades a las gentes jóvenes, pero tienen que ser consistentes, porque muchas de esas gentes se quedan en el camino y pierden su oportunidad", dijo el cantante al referirse al popular concurso televisivo donde se lanzan nuevas promesas musicales.
"La Operación Triunfo que nace en el barrio, la de Sabina, Serrat, Raphael y yo mismo, todos los de los 60 y 70, daba oportunidades a largo plazo, empezabas en familia, el pueblo, la ciudad,..., y pudimos reinventarnos, pero a los artistas jóvenes de ahora les damos mucho menos tiempo", agregó.
"Divorcio" es el nuevo álbum del cantante madrileño, que celebra su 60 cumpleaños. "Quien no le da importancia a la edad es que vive en el limbo, la edad es importante porque es el vigor de la vida. Me siento bien, estoy delgado y sano, pero 60 años son 60 años y aunque reúnes informaciones de las que aprendes de ti mismo, desgraciadamente siempre las aprendes tarde", asegura.
A este edad, añade, "empiezas a sentir que tienes que tener más prisa en unas cosas y menos en otras, a distinguir a elegir las opciones que te da la vida. No me duelen los huesos, ni el alma, pero sé que me van a doler, por eso trato de cometer más errores, de ver más amanecer y dormir menos, soy menos higiénico, ya como con las manos sucias, y prefiero caerme sin paracaídas. Pero que privilegio tener 60 años y seguir cantando. No me lo imaginaba cuando empecé".
Con el paso del tiempo, Julio Iglesias dice convencido: "canto para que me quieran más y lo siento así", y siempre que se pone a trabajar en un álbum se pregunta si "le gustará esto nuevo a la gente".
Por eso, en "Divorcio", un título "elegido para provocar y para que me pregunten sobre él", se dan cita el Julio Iglesias de los años 80, con canciones como "Qué ganaste", y otro "más alternativo", cercano a álbumes como "La carretera", con aires más latinos.
Ante todo ha "tratado de hacer algo que le guste a la gente, no a los especialistas, sino al público, porque si no escucho al pueblo cantar y repetir mis canciones, es un disco sin éxito".
Aclara además que tiene "la impresión de que éste es un álbum repetible por el pueblo, porque es sencillo, no es innovador, por eso recuerda mucho a lo de siempre. Es un álbum restaurador y hecho para que la gente lo cante por la calle".
Ha pasado unos días en su casa de Ojén, en el sur de España, allí aprovechó para ver a sus amigos y atender a los medios de comunicación, además de llevarse provisiones para una buena temporada porque el 50 por ciento de la comida que consume, incluso los huevos, se la lleva de la huerta que rodea su mansión española.
Luego ha vuelto a su casa en la República Dominicana para grabar unas cuantas canciones con David Foster en inglés, como la versión que hace de "Échame a mi la culpa" o "Gavilán y paloma", que "van a ser la base de estos álbumes en otros idiomas", porque "Divorcio", es un "disco muy del gusto de los hispanos, por eso había que adaptarle a otros gustos".
Para "Divorcio", ha trabajado durante dos años junto a Rudy Pérez, Roberto Livi y René Toledo.
Iglesias reivindica la figura del intérprete, porque "son los que quedan, ya que hacen suyas las canciones. El interpretar tiene tanto o más mérito que escribir, ya que además lo que quiere el compositor es que se canten bien sus canciones, ya que el no puede. Sufren muchísimo".
"Divorcio" es un disco dedicado expresamente a su madre porque falleció, y a su padre porque quiere "que lea, que aún no lo sabe, lo mucho que le debo, porque ha sido un gran motor en mi vida y mi primer fan".
Viendo ejemplos de otras estrellas como Arnold Schwarzenegger, que irrumpen en el terreno de la política, el cree que la política "es ingrata, sacrificada y hay que tener una gran vocación. Me gusta el liderato, no los partidos", subrayó.
