MADRID.- ¿Qué efecto causan las imágenes de guerra y sufrimiento humano sobre las conciencias de las personas sanas, salvas y seguras en el mundo occidental y desarrollado?.
Este es el centro de una nueva obra de la escritora estadounidense Susan Sontag, quien recibió la semana pasada el premio Príncipe de Asturias de las Letras en España, junto a su colega marroquí Fatima Mernissi.
Sontag presentó el martes en Madrid su obra "Ante el dolor de los demás", un libro que definió como "horriblemente tópico y contemporáneo".
La autora, quien según dijo se expresa mejor con la palabra escrita que con la hablada, contó sin embargo en Madrid su experiencia de casi tres años como corresponsal en Sarajevo durante la guerra de la ex Yugoslavia, para retratar los horrores de la guerra y reflexionar sobre ellos.
"Ante el dolor de los demás" es un libro que quedó tras esa experiencia tan difícil, en la cual ella pasó la mayor parte de ese tiempo encerrada en el hotel Holiday Inn, el único de toda la ciudad que funcionaba.
Esta prestigiosa pensadora a quien no le gusta hablar de sí misma y que por eso dice "alguna gente piensa que soy distante", cuenta que había puestos de francotiradores cuatro calles más allá de su hotel.
Afirma que para imaginar lo que fue Sarajevo hay que multiplicar a Bagdad por 500.
"No había vida normal. No había agua, no había electricidad, no había teléfonos, las escuelas estaban cerradas. Se estaba bajo continuo bombardeo", recordó.
Pero en este libro, Sontag no reflexiona acerca de lo que sienten quienes sufren las guerras, sino de lo que puede experimentar un ciudadano de un país rico cuando ve las imágenes del sufrimiento de otros, en lugares que parecen remotos.
"Hay cuestiones éticas que he querido abordar en este libro", dijo.
Se pregunta Sontag cuánto se puede identificar un ciudadano de Estados Unidos, de España, de Francia, de Alemania, de Gran Bretaña o de Japón, con gente que está a una distancia tan grande, tanto real como metafórica.
Goya y la Guerra Civil española
En esta obra, Sontag introdujo dos "conexiones españolas".
Una es la portada del libro, en el que por petición expresa de la autora se incluirá en todas sus ediciones y en todos los idiomas la reproducción de una obra de Goya, quien según ella fue el primer artista que tuvo una actitud de protesta ante la guerra.
"Es un punto de inflexión en el mundo", sostuvo. "Antes había representaciones de la guerra, pero sin el espíritu de Goya, el primero que dijo que eso era terrible, espantoso".
La segunda conexión es la de la Guerra Civil Española, ya que en el libro Sontag habla de la misma por haber sido la primera guerra que fue cubierta por fotoperiodistas en el frente.
"La fotografía de guerra tal como hoy la conocemos comenzó en la Guerra Civil Española".
Sin embargo, dijo que "la compasión es el gran tema del libro". Y no cree que sean las fotos o las imágenes las que puedan llevar a la gente el poder de compasión.
"Tengo la impresión de que la literatura ha ampliado mi capacidad de compasión", estimó, por su capacidad de llevarnos a mundos diferentes, envolvernos en su contexto, y hacernos sentir partícipes de una historia ajena.