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Ballet Nacional Chileno estrena “A la Alegría”

Este espectáculo coreográfico de Gigi Caciuleanu, con música de la Novena Sinfonía de Beethoven, contará con la participación de la Orquesta Sinfónica de Chile, el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile y solistas invitados.

20 de Noviembre de 2003 | 13:03 | El Mercurio en Internet
Banch
“A la Alegría”, cuenta con música de la novena sinfonía de Beethoven.
SANTIAGO.- La más reciente creación del bailarín y coreógrafo francés Gigi Caciuleanu, director artístico del Ballet Nacional Chileno, EL BANCH, llevará al público un especial mensaje de paz. Bajo la nombre de “A la Alegría”, la compañía de danza contemporánea ofrecerá este estreno mundial a partir del 26 de noviembre en el Teatro Universidad de Chile.

Este espectáculo coreográfico de Caciuleanu, con música de la Novena Sinfonía de Beethoven, contará con la participación de la Orquesta Sinfónica de Chile, el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile y solistas invitados, las sopranos Patricia Cifuentes, flamante ganadora del XXX Concurso de Ejecución Musical “Dr. Luis Sigall” y Claudia Pereira; las mezzosopranos Claudia Godoy y Jinhee Kim, el tenor Daniel Ross y el bajo Leonardo Aguilar, todos bajo la dirección general de David del Pino.

El espectáculo se iniciará en el foyer del teatro con la performance “Beethoven irreal”, a cargo del mimo Alexander Baxter, para luego iniciar la obra “A la Alegría” en el escenario.

El director ejecutivo del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, Luis Merino destacó este próximo estreno “donde están presentes tres conjuntos del CEAC: Ballet Nacional Chileno, la Orquesta Sinfónica de Chile y Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, es un hermoso proyecto que guarda relación con la Navidad que mucho tiene que ver con la alegría, al igual que el tema de esta obra”.

Junto al artista francés Dan Mastacan, a cargo de la escenografía vestuario e iluminación y a Hugo Villarroel, director artístico del Coro Sinfónico, Gigi Caciuleanu señaló sobre la obra “Este espectáculo dedicado a la alegría es un desafío donde este sentimiento falta un poco y utilizar esta música de Beethoven es muy simbólico porque esta es una de sus últimas creaciones, compuesta en condiciones muy difíciles de salud, cuando ya estaba completamente sordo, sin embargo hizo una obra con tanta fuerza y humanidad”.

Agregó que al utilizar en este espectáculo coreográfico todos los recursos humanos: el coro, la orquesta, los bailarines, la iluminación, los técnicos y lo que está detrás del espectáculo le parece impresionante. “Yo partí de la idea de entregar un mensaje de alegría, pero no la alegría sencilla, cotidiana sino quiero un estado de exaltación frente a los artistas, es un mensaje para el público, para que disfrute no solamente de un espectáculo sino de la presencia de las personas que trabajan y crean para ellos, es la alegría de la expresión, del trabajo enorme que significa hacer este proyecto”.

Sobre la idea de la obra afirma que está conformada por siete cuadros, comenzando con “Sueño” en la idea de una pesadilla, de un clima bastante oscuro para subir poco a poco en un proceso alquímico hacia el estado interior y exterior de alegría, desde la oscuridad hasta la luz. El segundo cuadro, “Chispas de Fuego”, representa impulsos de energía a través de tres dúos mezclados que dan la idea de impulso, de fuerza vital de uno a otro. Luego viene “Ecos, Hechos y Encuentros”, que me da la idea de descubrimiento de otro lugar, de otras personas, para mí alguien encuentra un mundo no sólo cuando descubre América o la Luna sino también en una relación humana. La cuarta secuencia de la música es para mí un desafío coreográfico, incluye la parte orquestal y el principio de la parte vocal de la Novena Sinfonía, la danza que representa la voz es muy importante y se refleja en un dúo porque creo que creo que núcleo de la humanidad es un dúo. Este cuadro se llama “Recuerdos”, de alegrías, de tristezas, de cosas típicas como la infancia, el matrimonio, la muerte, pero siempre cerca de la alegría. Luego viene “Metal” que representa a un grupo de personas muy potente y fuerte frente a una persona muy frágil. La sexta parte la imaginé como “Rituales de Transmutación” cuando el grupo metálico se transforma en un ser humano como todos, aquí la música es muy protagónica. La última parte, llamada “Danza”, expresar la parte tan fantástica de la Sinfonía, donde las voces se mezclan, hacen tocar el paraíso, no en el sentido solamente religioso sino también eufórico, alegre”.

Respecto a su obra Gigi Caciuleanu afirma que siempre le ha emocionado la verdadera fascinación que la gente del nuevo mundo tiene por el viejo continente. “En lo que me concierne, comparto plenamente la fascinación que los del ‘viejo continente’ experimentan por el nuevo... Y, también, por todos estos nuevos mundos que se abren bajo los pasos de los audaces...”.

A través de “A la Alegría” Gigi Caciuleanu invita a brindar por “nuestras fascinaciones respectivas, a la felicidad de los nuevos descubrimientos, y también al permanente placer de inevitables y eternos re-descubrimientos... A la alegría de vivir, de existir, de no temer abandonarse, sin parar, con cada encuentro a un nuevo mundo, al hecho de poder respirar al ritmo de un sólo y mismo aliento, de vibrar a la ilusión de un mismo movimiento y de nutrir, en beneficio de los otros (del otro) (de uno mismo) el viento libre de los viajes imposibles... A la alegría de poder conjugar, aunque sea por un breve momento, nuestros deseos más valiosos y compartir finalmente, las mismas lejanas y nebulosas esperanzas...”.

Las funciones de “A la Alegría” serán los días 28 y 29 de noviembre con orquesta y coro y los días viernes 5 y sábado 6 de diciembre, con música grabada, todas a las 19.30 horas en el Teatro Universidad de Chile.
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