Cecilia dijo con orgullo que su hijo tiene los mismos gestos varoniles de su padre.
SANTIAGO.- Y llegó el momento que todos esperaban. Cecilia Bolocco y Carlos Menem mostraron a su hijo, Máximo Saúl, y con el orgullo de una "misión cumplida", dijeron que si Dios quiere harán el empeño para la llegada de un hermanito.
La ex Miss Universo apareció deslumbrante de la mano de su marido, vestida con un traje azul y una chaqueta blanca, y con una sonrisa de oreja a oreja, radiante de felicidad, dijo que éste es sin duda el momento más pleno de su vida.
Los padres del año posaron ante los fotógrafos y cedieron ante todas las peticiones de los reporteros, quienes gritaban eufóricos que besaran a la guagua y sonrieran a las cámaras.
Lo cierto es que Máximo Saúl es una copia en miniatura del ex Presidente de Argentina, y Cecilia dijo dichosa que tiene los mismos gestos varoniles de su padre.
Mientras los periodistas de medios nacionales y argentinos hacían turno para hacer sus preguntas, Cecilia acariciaba a su retoño y le decía frases dulces con voz de mamá chocha.
Los padrinos del heredero de Menem serán la hermana menor de la conductora de televisión, Diana Bolocco, y Gonzalo Cisternas. La fecha del bautizo aún no ha sido fijada, pero el ex Mandatario aseguró que será en unos quince o veinte días más.
La ex reina de belleza no descartó volver a la televisión en un futuro cercano, aunque aclaró que primero quiere dedicarse de lleno al cuidado de su hijo, y "darle papa todo el tiempo que pueda".
Al comentar su experiencia en el parto, la diva dijo que le "llegó a doler el corazón" de tanto amor cuando vio por primera vez a su esperado hijo. Y de Carlos, afirmó que ha sido "un gran apoyo".
Menem, que estaba de muy buen humor, bromeó sobre sus labores de padre, y ante la pregunta de si le había sacado los pañales o preparado su mamadera a la guagua, dijo con soltura, "¡si tiene mamadera propia!".
Rápidamente, y para no dejar mal parado a su esposo, Cecilia intervino en la conversación y destacó que su flamante marido "le sacaba los flatitos" a Máximo.
"A Carlos lo he visto como nunca, sonriendo todo el día, me acompaña cuando doy papa, me cuenta los minutos, después le saca los flatitos, le habla mientras le doy papa, ha sido un gran apoyo", comentó.
