ROMA/VENECIA.- "Venecia perdió su alma", se lamentaba Luciano Pavarotti después de la catástrofe, cuando el 29 de enero de 1996 el teatro de ópera de La Fenice se quemó hasta los cimientos.
Era uno de los escenarios más bonitos del mundo y era famoso por su acústica única. Allí se representó "La Traviata" y "Rigoletto" de Verdi. Enrico Caruso y Maria Callas celebraron sus triunfos en esa sala.
"La Fenice" quiere decir "Fénix", y como el legendario pájaro también el teatro de ópera de 200 años de antigüedad vuelve a elevarse desde las cenizas. El domingo será inaugurado nuevamente con un concierto dirigido por Riccardo Muti. Y Venecia respirará aliviada.
Hizo falta mucho tiempo. En realidad, el edificio cercano a la Plaza de San Marcos debía estar levantado nuevamente en la Navidad de 1999.
"Esto no es justamente una prueba de la eficiencia del sistema italiano", comentaron los críticos. Durante años, la reconstrucción estuvo sumida en un "pantano de contradicciones".
En 2001, la ciudad le retiró el trabajo a la subsidiaria italiana de la constructora alemana Philipp Holzmann, porque las obras avanzaban muy lentamente.
A primera vista, se ve la pompa de antaño. La sala de espectadores mantuvo su forma única de herradura y sus colores oro, rosa suave y crema. Los 174 palcos son iguales a los originales y no se escatimó en oro. Incluso las nuevas arañas se asemejan a las antiguas. Y en el cielo raso de color turquesa bailan las tres Gracias como antes.
"Pero todo es más claro y más colorido. Muchos estarán sorprendidos e irritados", fue uno de los primeros comentarios. La nueva ópera tiene capacidad para mil espectadores, unos 150 más que antes.
Los mayores cambios se produjeron detrás de bambalinas. El equipo de luces es de última generación y todo el edificio cuenta con una moderna instalación de rociado automático contra incendios. Los pilares ya no son de madera sino de concreto, y una empresa alemana es la responsable de la acústica.
Finalmente, se añadieron una nueva sala para conciertos de cámara, conferencias y ensayos. Los gastos fueron oficialmente de más de 500 millones de dólares.
Los arquitectos milaneses ya hablan del "Nuovo Teatro La Fenice". Y de hecho desde el principio la fórmula "tal cómo era y allí donde estaba" fue controvertida. "La mantuvieron con vida sólo como tranquilizante para los venecianos que le temen a las innovaciones", opinó la revista "L’Espresso".
"No se trata de enmendar una catástrofe, sino de revivir un monumento veneciano", opinó un arquitecto. "No se puede restaurar la ceniza".
Woody Allen, fanático de Venecia, iba a tocar el clarinete en la reapertura, pero los planes se frustraron.
El acontecimiento se celebrará durante toda una semana, del 15 al 21 de diciembre. El domingo, entre otras cosas, se tocará "Weihe des Hauses" de Beethoven. Luego actuarán durante diversas noches la Orquesta Filarmónica de Londres, la Filarmónica de Viena así como la Filarmónica de San Petersburgo.
También el astro del pop Elton John tocará. Luego, La Fenice estará cerrada por un año. En noviembre de 2004, comienza la primera temporada tras el incendio con "La Traviata".
