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Verónica Villarroel tuvo una grandiosa noche (15/12/2003)

22 de Diciembre de 2003 | 09:45 |
Mario Córdova
(15/12/2003)

Verónica Villarroel le debía una gran actuación al público chileno, pero la ocasión llegó y muy a lo grande. Teniendo como fondo la bella arquitectura del Palacio Falabella (sede de la Municipalidad de Providencia), la cantante brindó ante miles de personas un magnífico recital el sábado junto a la Orquesta y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, dirigidos por David del Pino Klinge.

En un programa muy bien estructurado, el repertorio incluyó desde zarzuela española hasta ópera italiana, pasando por la comedia musical y páginas de la lírica francesa, checa y rusa. La dirección artística de Miryam Singer dio mucha vitalidad a la consecución de arias, dúos y coros, aprovechando muy bien la generosidad de los espacios y agregando atractivos números de danza.

Tras un brillante preludio de "Las bodas de Luis Alonso", el canto comenzó con "De España vengo" en que Verónica conquistó al público no sólo con su voz sino con un derroche de gracia que se vio aumentado por los giros y las castañuelas del bailarín Pedro Fernández. Luego vino el Coro con una "Mazurka de las sombrillas" un tanto pesada, para terminar con un dúo de "El gato Montés" en que el tenor Gonzalo Tomckowiak se plantó como un excelente partner.

La comedia musical afloró con selecciones de "West Side Story". El dúo "Tonight" fue un momento desabrido y no del todo logrado, entre el frenético "Mambo" de la orquesta y un contagioso "I want to live in America", en que Verónica y sus hermanas Erika y Maribel se tomaron el escenario.

Ya en lo francés, la orquesta interpretó el "Carillón" de "La Arlesiana" de Bizet, para luego, eliminada la anunciada "Aria de las joyas" de "Fausto" que la soprano no cantó, tener a Tomkowiak encarando un "Pourquois me reveillez" algo complicado en su primera parte, pero seguro y potente en la triunfal conclusión.

Siguió la "Canción de la luna" de "Rusalka" de Dvorak, siendo tal vez éste el momento más opaco del programa para Verónica. El brillo volvió pronto con unas espectaculares "Danzas Poloventsianas" en que Del Pino sacó gran partido al enorme recurso sonoro que dirigía.

El desembarque en el repertorio italiano hizo ascender a la soprano al gran sitial con que hoy se la aprecia en todas las latitudes. Fueron las arias "Vissi d''arte" de Puccini y "Pace, Pace mio Dio" de Verdi, las que marcaron los puntos victoriosos de la jornada. Como reclamando también su máxima posibilidad de lucimiento, coro y orquesta arrancaron aplausos adelantados con el célebre "Va Pensiero".

Un arreglo del "Salve Regina" de "Mefistófeles" que da especial relieve a la soprano en sus compases finales, cerró este evento en que Verónica Villarroel pagó exitosamente la señalada deuda. Fue su gran noche.

El recital se llamó "Desde Providencia, Verónica Villarroel canta para Chile". Tan masivo título cobrará su real significado cuando la grabación que hizo TVN sea difundida a todo el país en los próximos días.
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