EMOLTV

Reverendo Lenny 4/3/2005

04 de Marzo de 2005 | 00:00 |
Lenny Kravitz es el sex - symbol del rock mundial. Pero él preferiría ser el ex-symbol. Antes de debutar en Chile, el músico neoyorquino explica qué es ser "ministro del rock" y por qué no es bueno ser tan famoso


David Ponce 4/3/2005

Carreteó con Bob Dylan. Se drogó con Mick Jagger. Lo dice él mismo, en una de sus canciones nuevas: "Me emborraché con Dylan, fue una locura / me volé con Jagger, de verdad fue cool", canta Lenny Kravitz. Pero hay una salvedad: ya no quiere más. Nunca más, y también lo dice él, en la misma canción. "Nunca, nunca, nunca. Digo nunca, no no no", recalca. Y por si no queda claro, esa canción se llama "I don’t want to be a star". Kravitz no quiere ser una estrella. ¿Habrá visto alguna mala cara?

- No estoy renegando de lo que hice, pero esa forma de vida se vuelve complicada. Muy complicada - responde Lenny Kravitz por teléfono desde la mansión donde vive en South Beach, Miami, que es una de sus cuatro casas junto a las que tiene en las Bahamas, Nueva York y Nueva Orleans. Aquí por ejemplo cuenta con una limusina Rolls Royce, un yate color verde menta, dos motos de esquí acuático y una estatua tamaño natural del revolucionario jazzista Miles Davis (1926-1991) a la entrada.

- Quiero volver a las cosas simples - puntualiza Kravitz- . Pero aún aprecio las cosas que me pasaron. No me quejo.

Ya ha pasado antes. Es lo que cantan, por ejemplo, George Michael en su disco Listen without prejudice o, sin ir más lejos, Álvaro Scaramelli en el hit "Déjenme": el caso del artista que se rebela contra su fama. Ahora le pasa a Lenny Kravitz. Para la gira del disco anterior se deprimió, se encerró en hoteles, se hizo psicoanalizar. Ahora tiene cuarenta años, una hija de quince de su matrimonio ya disuelto con la actriz Lisa Bonet, y un disco nuevo que no por nada se llama Baptism ("Bautismo").

En estas canciones, Kravitz se pregunta por su vida en "What did I do with my life?", se la cuestiona en "I don’t want to be a star" y la refunda en "Minister of rock and roll": ahora es el reverendo del rock.

- En general, sí, soy un artista - dice- , soy un músico. En un montón de casos no me gusta la política de la industria musical, porque no tiene mucho que ver con la música en realidad. Lo que voy a hacer ahora es volver a lo que hacía antes, que es tocar en vivo. Era una simplicidad que extraño en mi vida.

- Pero cuando mencionas a Dylan y a Jagger, eso no debe haber estado tan mal.

- Valoro todo lo que tuve. Pero en esa canción sólo quería ser capaz de tener libertad para ser una persona. Ser anónimo. Estaba pensando en eso. En cómo eran los viejos tiempos para mí.

- Hace ocho años cantaste que el rock había muerto y ahora cantas que eres el ministro del rock. ¿Qué ha pasado en medio?

- Bueno, "Rock and roll is dead" no se trata de que la música rock se haya acabado. Es un malentendido. La canción se trata de otra cosa. La canción se trata de gente que piensa que debe vivir de cierta manera para ser una estrella del rock. Y que los clichés y la imagen se vuelvan más importantes que la música.


Ya ha pasado antes. Pasó con cantantes como Sam Cooke, el difunto Marvin Gaye, el reverendo Al Green o, sin ir más lejos, el excelente Puma Rodríguez: el caso del artista que encuentra a Dios y se debate entre la fe y la pasión. En ese campo, Lenny Kravitz es cabeza de serie. Su madre, la actriz Roxie Rocker, era afroamericana y cristiana, y su padre, un productor de TV, es blanco y judío. El niño Lenny fue a las dos iglesias mientras creció, y cuando ahora canta "Baptized", por ejemplo, podría estar hablando igualmente de amor o de religión. Tal como pasa con Marvin Gaye o Al Green.

- Bueno, me encanta la música de ellos - dice- . Son dos personas que comparten un punto de vista similar.

- ¿Qué es ser ministro del rock?

- A través del rock and roll trato de expandir el amor y de representar a Dios, en el sentido de que trato de expandir amor y el mensaje de Cristo en mi música a través del rock.

- ¿Desde cuándo tienes esa idea?

- ¿Cuál idea?

- ¿La idea de mezclar la religión y el rock?

- Ya en mi primer disco estaba hablando de que el amor gobierne (Let love rule, que es el título de su primer álbum y su primer éxito, en 1989). Y también hablé de Cristo. Así que ha estado ahí todo el tiempo, desde que tenía trece años. No quiero llamarlo "religión", porque religión puede ser cualquier cosa. Pero es expandir el amor a través del mensaje de Cristo.

- ¿Pero ahora es distinto? ¿Por eso se llama "Bautismo"?

- Es un renacimiento. Soy más fuerte espiritualmente después de haber aprendido lecciones en la vida. Puedes ser bautizado cada día. Puedes ser perdonado cada día si realmente lo sientes.


Como sus dos padres trabajaban en el espectáculo, Lenny Kravitz se codeó desde chico con maestros de la música como los jazzistas Miles Davis o Duke Ellington. Para él la buena música no tiene edad. Porque también ha pasado antes: Lenny Kravitz ha sido habitualmente acusado de acudir a héroes del pasado para su exitoso estilo de funk rockero. En su segundo disco (Mama said, 1991), la canción"Always on the run" suena a Led Zeppelin y la elegante "It ain’t over ’til it’s over" al genio del soul Curtis Mayfield. En el tercero, el hit "Are you gonna go my way?" (1993) es puro rock setentero, funky y pesado a la vez, tal como "Rock and roll is dead", del cuarto disco, Circus (1995). Y si impactos recientes como "Fly away" (1998) o "Dig in" (2001) suenan más contemporáneos, Kravitz hizo un cover igualmente exitoso del clásico "American woman", original del grupo The Guess Who.

Todo eso va a tocar en Chile, para su debut de la próxima semana. Y, en paralelo, arma su propio sello, Roxy Records, titulado en homenaje a su madre, para producir a músicos nuevos, tal como lo hizo con el primer disco post-niñez de la cantante francesa Vanessa Paradis o con la célebre canción "Justify my love", que Kravitz escribió para Madonna. "Lo pasé muy bien", dice. "Me encanta producir".

- ¿Cómo fue producir la canción más erótica de Madonna, una mujer de por sí tan erótica?

- Fue el lugar correcto, el momento correcto, la canción correcta. Fue una de esas cosas. Creo que es una gran canción, y muy original.

- ¿Y qué recuerdas de haber conocido a Duke Ellington o a Miles Davis? ¿Estuviste en las rodillas de Ellington, como dicen?

- Yeah. Frente al piano, yeah. Ambos fueron muy intensos. Obviamente eran genios increíblemente dotados. Fue buenísimo, porque en ese tiempo yo no sabía quiénes eran. Eran sólo personas - dice Kravitz, ahora que Miles Davis es mucho más que una persona: es una estatua a la entrada de su casa en Miami.

Lenny Kravitz En Chile


Miércoles 9 de marzo. Court Central Estadio Nacional, Avenida Grecia 2001, Santiago.

21 horas. Precios entre $9.000 y $100.000. Entradas a la venta en Ticketmaster (690 2000, www.ticketmaster.cl).


Más detalles en la cartelera de La Música Emol

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?