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Granjeras: Bolsa de gatas

En el primer duelo la peruana Karla Casós, demostró que es una de las más duras rivales. De paso todas las chicas demostraron que están dispuestas a sacarse los ojos.

04 de Octubre de 2005 | 05:05 | Por El Televidente, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- El chancho tenía razón. De hecho fue visionario. La semana pasada no alcanzó a estar más de media hora adentro de esa gélida casa fundo y decidió lanzarse a las llamas.

En aquella ocasión el televidente atribuyó esa extraña conducta a que el cerdo quería evitar encariñarse con las chicas, para así hacer menos doloroso el día de su seguro sacrificio (no en vano las niñas lo bautizaron como "Paté").



Pero El Televidente, como tantas otras veces, estaba equivocado. Porque el porcino, a sus cortos meses de vida, ya podía avizorar que la nueva casona estudio, con catorce (ahora trece) mujeres luchando por el premio iba a convertirse rápidamente en un nido de víboras, y ante eso lo mejor era inmolarse.

Y vaya si tenía razón el lechoncito (el que, lástima por él, no pudo cumplir su objetivo), porque sólo había que ver el primer capítulo de eliminación exhibido anoche (y que es de hecho el único capítulo que EL Televidente ha visto aparte del primero, hace justo una semana), para darse cuenta de que si en sólo una semana las cosas están como están, uno puede esperar realmente cualquier cosa de lo que está por venir.

Anoche, Sofía, la llamada "Mamita" por parte del resto de las granjeras y nominada por el público, se enfrentaba en el primer duelo contra Karla Casós, la émula de Angelina Jolie, la peruana de pocas amigas y de mirada desafiante. A todas luces una de las más rudas del encierro.

Pero previo a eso se exhibió todo un día en la vida de las granjeritas, con lo que bastó para comprender al nivel en el que se está jugando.

Los pelambres, los sarcasmos, las falsas complicidades, las jugadas subterráneas, el casi invisible posicionamiento, a costa de cualquier cosa. Ninguna tiene nada que perder.



Así, entre bucólicas secuencias de los faldeos cordilleranos del sector oriente, se pudo ver, por ejemplo, a Karen, la capataz, diciéndole a una chica, que no se arrepentía de todo lo que le había dicho a Karla cuando la nominó para ir a duelo la noche anterior (que por lo que pudo suponer El Televidente, se trató de algo realmente serio). Que sólo si se quedaba le iba a dar una explicación.

Por otro lado, Karla, la émula peruana de Angelina Jolie, le decía a otra chica (van a perdonar, pero El Televidente aún no es capaz de aprenderse los nombres. No estamos hablando aquí de Pato Laguna, ni de Pamela Díaz, ni de Kathy Barriga ¿no?). El asunto es que Karla le está diciendo a esta otra chica que lo que le molesta a Karen de ella, es que ella (Karla) no tiene ningún problema en ir y decirle las cosas directamente en su peluda cara.



"¡Cresta!" exclama El Televidente. "Se viene dura la mano", reflexiona, pero al mismo tiempo y gracias a un generoso close up de la dirección, no le queda más que reconocer que Karen efectivamente tiene la cara un poco peluda.

Al rato, a pesar de la bravata anterior, se le puede ver a Karen (y su cara peluda) pidiéndole disculpas a Karla, y a Karla que no deja de mirarla con ese rostro inescrutable, en el que se mezclan de manera perturbadora la ironía y el desprecio (y por qué no también decirlo, algo de resentimiento).

Pero no era entre ellas el duelo de anoche, sino entre Karla y Sofía, quienes fueron recibidas por Catalina Pulido y por el resto de las granjeras, quienes tenían las cosas demasiado claras: La mayoría quería que ganara "La Mamita", pero en igual proporción creían que iba ganar Karla.

Y no se equivocaron. La peruana demostró con creces que es una de las más poderosas del encierro, cuando cual Lara Croft, se trasladó ágilmente pegada al suelo, pero al mismo tiempo colgada de una soga elástica, para poner cinco estacas verticalmente en un poste en altura.

Fue cosa de segundos. El Huáscar y La Esmeralda. Una lucha desigual. Igual que en la historia, el Huáscar hizo añicos a La Esmeralda (y aquí no hubo Arturo Prat).

Cuando clavó la última estaca, la que le dio la victoria, Karla lloró, pero El Televidente a Karla no le cree ni lo que reza (y ojo que efectivamente cada noche reza el rosario antes de irse a dormir).



Lo que vino después no da ni para la anécdota. Porque a juicio del Televidente, "Encuentros cercanos", el programa satélite del reality, resultó bastante aburrido. Primero porque a juicio del Televidente Sofía resultó ser una mujer quizás muy simpática, quizás muy querendona, quizás muy cálida, pero con escasa chispa y severamente falta de carisma.

Sólo hicieron saltar de su asiento al Televidente, los innumerables errores que cometió Sergio Lagos (que al no estar de conductor del reality parece en sí mismo un satélite del programa, no entendiendo mucho) que además de innumerables errores léxicos, llegó a confundir con un oso, el característico paquidermo que por si fuera poco es auspiciador de su programa.

En una jugada inteligente, la producción no sólo tuvo en el panel a los estables Lorena Capetillo (quien está de reemplazo de Yasmín Valdés, ausente por un motivo que Lagos no supo explicar con total claridad) y Gonzalo Egas, sino que invitó además a dos figuras de peso como Pamela Díaz y René Naranjo.

Pero la verdad es que ni con eso bastó para evitar los bostezos del Televidente a quien le parece urgente que alguien le dé una sacudida a ese programa. Sobre todo si tomamos en cuenta que es allá, en el frío refugio precordillerano, donde está puesta la caldera sobre el fuego, y hay trece brujas que la revuelven, al tiempo que se empiezan a mostrar las garras.
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